Los italianos empezaron a votar este domingo en varios referendos sobre la inmunidad penal de Silvio Berlusconi, el regreso a la energía nuclear y la privatización del agua, un nuevo test para el jefe del gobierno, tras su reciente fracaso en las elecciones municipales.

Lo esencial de la consulta es la tasa de participación, que debe alcanzar el 50% más un voto para que estos referendos, derogativos de leyes en vigor, sean válidos. Desde 1995 nunca se ha alcanzado dicho quórum en una votación de este tipo.

Silvio Berlusconi dejó bien claro que no irá a votar este domingo en los referendos, promovidos por la oposición.

Su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL), no dio consignas de voto sobre la privatización del agua y el regreso a la energía nuclear. Pero ha llamado a sus partidarios a no participar en el referendo sobre la inmunidad penal, para evitar que se alcance el quórum que daría validez a la consulta.

Berlusconi, actualmente implicado en tres casos –corrupción de testigo, fraude fiscal, prostitución de menor y abuso de poder– teme por encima de todo la abolición de la llamada ley de “legítimo impedimento”, que le permite ausentarse en sus procesos invocando sus obligaciones de primer ministro.

“Si alcanzamos el quórum sobre el legítimo impedimento, quedará demostrado que la gente ya no quiere el sistema Berlusconi”, declaró a la AFP Margherita Lodoli, de 28 años, trabajadora humanitaria en Roma, tras depositar sus boletines en la urna.

El segundo referéndum fue convocado para abrogar la ley que reintroducía la energía atómica, una de las propuestas emblemáticas del gobierno de derecha.

Italia, uno de los pocos países de Europa sin centrales nucleares por haberlas cerrado hace más de 20 años, había decidido volver a la energía atómica, pero el jefe de gobierno se vio obligado a retirar sus planes tras el enorme rechazo suscitado por el accidente en la central japonesa de Fukushima.

La oposición cree que Berlusconi paró su programa nuclear con el único objetivo de vaciar de sentido el referendo, y así disuadir a los italianos de desplazarse para votar sobre la ley de Legítimo Impedimento.

El tercer referendo es sobre la privatización del sector del agua. Ésta se mantiene como un bien público, pero en la consulta se plantea la liberalización de su gestión y tarificación.

Cerca de 47,2 millones de italianos están convocados a votar, a los que hay que sumar los 3,2 millones de italianos residentes en el extranjero. La votación tiene lugar este domingo hasta las 20H00 GMT, y el lunes de 05H00 GMT a 13H00 GMT.

Una fuerte participación y un fracaso de Berlusconi debilitarían aún más a un gobierno tocado por el revés de las elecciones municipales parciales, hace 15 días, cuando perdió entre otras alcaldías su feudo de Milán.

Para Eugenio Scalfari, fundador del diario de izquierda La Repubblica, tal resultado tendría “efectos imprevisibles”.

“Descarto la dimisión de Berlusconi, pero no la implosión del PDL y de la Liga del Norte”, su aliado crucial de gobierno, considera el editorialista.

Para motivar al elector a participar, los promotores de los referendos organizaron conciertos, espectáculos, manifestaciones y en algunas ciudades, como Nápoles, ofrecen a los italianos que acaban de votar una silla de playa gratuita.