Días cruciales viven las familias pehuenches que piden exhumar los restos de sus parientes que quedaron en el cementerio pehuenche inundado por el llenado del embalse de la central Ralco, en Alto Bío-Bío.

El hecho ocurrió hace 7 años cuando Endesa Chile tomó la decisión de inundar las 3 mil 500 hectáreas para el proyecto energético, dejando el cementerio indígena bajo 60 metros de agua.

Durante estos años, las familias golpearon innumerables puertas pero sin resultados positivos, situación que cambió con la nueva administración de Gobierno.

Gabriel Vergara, representante de las 25 familias afectadas, afirmó que durante este mes los negociadores del Ejecutivo debieran confirmarles la decisión de exhumar las osamentas.

A su juicio, la única opción viable es el desentierro, para lo cual el Gobierno debe presionar a Endesa para que así lo ejecute.

Aunque Gabriel Vergara valoró la disposición de la actual administración de Gobierno para resolver el asunto, advirtió que si no hay una respuesta positiva, interpondrán una demanda en los tribunales internacionales.

Hasta el momento, existen dos informes técnicos que demuestran la posibilidad de exhumar los restos sepultados en el cementerio pehuenche en Alto Bío-Bío.

La dificultad es su elevado costo que llega al millón de dólares, el cual debiera ser asumido por la generadora Endesa.