La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, cambió el perfil de su gobierno al nombrar esta semana a dos nuevas ministras, la jefa de Gabinete y la de Relaciones Institucionales, consolidando un Ejecutivo encabezado por mujeres que sale de la sombra de su antecesor Luiz Inacio Lula da Silva, estimaron analistas.

Rousseff entregó este viernes las Relaciones Institucionales, un ministerio encargado de la relación política del Ejecutivo con aliados y oposición, a Ideli Salvatti, una mujer de su Partido de los Trabajadores (PT, izquierda).

Salvatti, de 59 años, fue líder del PT en el Senado desde 2006, del Gobierno en el Congreso desde 2009 y actualmente ejercía como ministra de Pesca. En el cargo sustituye a Luiz Sergio Oliveira, que había sido muy criticado en la prensa y sectores políticos por falta de resultados.

Este es el segundo cambio clave realizado por la presidenta brasileña esta semana y desde que llegó al poder en enero.

El martes, Rousseff nombró a otra mujer como ministra jefe del Gobierno, Gleisi Hoffmann, senadora del PT, en sustitución de Antonio Palocci, quien pidió la dimisión bajo acusaciones de enriquecimiento ilícito.

Las dos flamantes ministras, que dependen directamente de la Presidencia de la República, se consideran ahora en el círculo más próximo a la mandataria y se distribuyen las labores de gerencia de los programas de gobierno y las claves relaciones políticas con los demandantes diez partidos aliados, con la oposición, y con el Congreso.

“Las amazonas del PT”, llamó este viernes a la tríada de la presidenta y sus dos ministras el columnista Merval Pereira del diario O Globo, quien opinó que “la presidenta está montando una asesoría directa de mujeres a su imagen y semejanza”.

“Rousseff muestra que está en el comando y que toma decisiones personalmente al elegir a las mujeres de los ministerios más próximos”, dijo a la AFP Carlos Lopes, consultor político del Instituto Análisis.

Según el analista, “después de los primeros cien días en el gobierno, que se considera que es la luna de miel del nuevo gobernante, comenzaron a percibirse problemas que se acentuaron con la salida de Palocci”.

“El ministro de Relaciones Institucionales no tenía buenas relaciones con los partidos y el Congreso, y Palocci asumía ese papel, aunque no a plenitud. Con su salida era inevitable encontrar un buen gerente del gobierno y un buen articulador político”, agregó.

Los nombramientos señalan que “la presidenta mostró autonomía y sale de la sombra del ex presidente Lula”, declaró a la AFP el consultor y profesor de la Universidad de Brasilia, David Fleischer.

Rousseff, heredera política del carismático Lula de quien fue ministra jefe de Gobierno, había mantenido entre sus ministros a la mayoría de pesos pesados del círculo del ex presidente.

La mandataria “ahora tiene un gobierno que puede llamar suyo (…) todos los ministros de su gobierno (hasta ahora) habían sido colocados definidos, al final de 2010, cuando el entonces presidente Luiz Inacio Lula da Silva opinaba al respecto de todo. En la práctica, estamos en el inicio real de su mandato”, estimó el columnista de Folha, Fernando Rodrigues.

De todas formas, a pesar de que las principales secretarías están encabezadas por mujeres, el gabinete sigue dominado por hombres, ya que son diez min