La Comisión Europea dio este viernes luz verde al ingreso de Croacia en la UE a mediados de 2013, una decisión que infunde optimismo al resto de países de los Balcanes deseosos de entrar en el bloque.

“Hoy es un día histórico para Croacia y la Unión Europea (UE)”, se congratuló el presidente de la Comisión, José Manuel Barroso, al dar por superados los últimos escollos de las negociaciones de adhesión con Zagreb, casi seis años después de su inicio.

Ahora, Croacia aguarda a que los jefes de Estado y de gobierno de la UE avalen la decisión de la Comisión Europea, probablemente en su próxima cumbre del 23 y 24 de junio en Bruselas, según fuentes diplomáticas.

“Hemos allanado el camino para que Croacia se convierta en el 28º Estado miembro de la UE a partir del 1 de julio de 2013″, afirmó Barroso, en vísperas de que la nación celebre el vigésimo aniversario de su independencia de Yugoslavia.

En una entrevista previa con la AFP, el presidente croata, Ivo Josipovic, se felicitó el jueves de la esperada decisión de Bruselas, calificándola de un hito que “abre una nueva página en la historia” de su país.

Croacia será el segundo Estado de la ex Yugoslavia en unirse a la UE después de Eslovenia en 2004, pero el primero en haber sufrido en su piel toda la brutalidad de los sangrientos conflictos que sacudieron los Balcanes en los años 1990.

Todo país aspirante a ingresar en el bloque debe acordar previamente con Bruselas un total de 35 capítulos en materia política, económica, social y judicial, con el fin de adaptarse a los estándares europeos.

El aérea judicial y especialmente la cooperación de Croacia con el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia fueron los últimos flecos que el gobierno debió resolver con Bruselas para concluir las negociaciones.

“El año pasado, creía que los croatas no lo lograrían, pero desde entonces han reformado completamente su sistema judicial de forma irreversible”, señaló la comisaria europea de Justicia, Viviane Reding.

El caso croata podría servir de inspiración a los países vecinos para que “redoblen sus esfuerzos en materia de reformas en beneficio de los ciudadanos”, según Barroso.

Por su lado, el presidente croata defendió que “Europa no estará completa hasta que todos los países de la región (de los Balcanes) formen parte del bloque”.

Serbia, por ejemplo, se siente más cerca de materializar sus aspiraciones europeas tras el arresto a fines de mayo del presunto criminal de guerra Ratko Mladic y Macedonia confía en lanzar las negociaciones de adhesión este año.

Zagreb se beneficiará además de una importante ayuda financiera, de unos 3.500 millones de euros (unos 5.000 millones de dólares) procedentes de los fondos estructurales de la UE, para que lleve a cabo las reformas prometidas.

Los economistas prevén que su entrada en la UE impulsará la confianza de los inversores, dando alas al crecimiento económico de este país de 4,4 millones de habitantes por ahora sumido en la recesión.

Pero no todos los croatas comparten ese optimismo.

Los sondeos muestran que el 44,6% de la población apoya el ingreso en la UE, pero el campo contrario está ganando terreno y actualmente suma el 41,8%.

Los electores se pronunciarán sobre esta cuestión en un referéndum que tendrá lugar una vez firmado el tratado de adhesión.