Este miércoles, el Congreso boliviano aprobó una polémica medida bajo la cual se declara una amnistía respecto de decenas de miles de autos robados e ingresados al territorio como contrabando, principalmente desde países vecinos como Argentina, Brasil y Chile.

La ley fue promovida por el propio presidente Evo Morales, quien justificó el “perdonazo” indicando que los “chutos” -como se conoce de forma popular a los autos sin documentos, son principalmente de gente pobre que busca mejorar su estátus adquiriendo máquinas a bajo precio.

“Todos tenemos derecho a tener nuestro auto”, sentenció el mandatario tras la aprobación de la amnistía por parte de la Asamblea Nacional, que es controlada por su partido, informó agencia EFE.

Sin embargo la prensa boliviana se ha mostrado escéptica frente a estas explicaciones, recordando que un “chuto” estaba en posesión de Ciro Farfán, ex jefe de policía destituido por Morales tras descubrirse precisamente el hecho.

Otras denuncias de la prensa incluyen el uso de placas patentes duplicadas o “clonadas”, incluso en vehículos de gobierno, así como un automóvil robado en Brasil que llegó a manos de un mayor de Policía.

Fuentes gubernamentales indican que entre 10.000 a 20.000 “chutos” serían legalizados tras esta amnistía, mientras los sindicatos de choferes lo han cifrado en hasta 100.000 máquinas, advirtiendo que podría producirse una escasez de combustible toda vez que ya circulan más de 1 millón de autos en la nación altiplánica.