El Movilh y Parlamentarios rechazaron la intervención de la jerarquía de la Iglesia Católica en el trámite de la ley que sanciona los actos de discriminación. La iniciativa fue despachada a sala por la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia del Senado.

La jerarquía eclesiástica Católica planteó directamente su temor de que esta norma se convierta en una puerta abierta para legislar sobre el matrimonio homosexual.

El comité permanente del Episcopado pidió a los parlamentarios una indicación que deje claramente establecido que la ley contra la discriminación no puede ser invocada para afectar la naturaleza del matrimonio y la familia, como tampoco para autorizar la adopción de niños y niñas por parejas del mismo sexo.

El presidente del Movimiento de Liberación Homosexual, Movilh, Rolando Jiménez, calificó el pronunciamiento de la Iglesia Católica como una intromisión indebida, ilegítima e inmoral en el proceso legislativo.

El secretario general del Partido Socialista, Fulvio Rossi, cuestionó también la postura de la Iglesia Católica y recordó a su jerarquía que la ley contra la discriminación nada tiene que ver con el matrimonio homosexual, que requeriría de una reforma del código civil.

La presidenta del PPD, Carolina Tohá, recordó a la jerarquía católica que el parlamento es un poder dentro de un estado que está separado de la Iglesia.

La presidenta del PPD agregó que las únicas voces vetadas son aquellas que quieren impedir que se discutan temas como el matrimonio homosexual.