El nuevo abogado de la empleada de hotel que acusa a Dominique Strauss-Kahn de agresión sexual se presentó en público el lunes y es conocido por obtener inmensas indemnizaciones en casos civiles, aunque su llegada puede ser una buena noticia para el director del FMI.

El abogado Kenneth Thompson anunció su papel en la puerta del Tribunal en lo Penal de Nuevas York luego de la audiencia en la que Strauss-Kahn se declaró no culpable de los cargos que se le imputan contra la mujer de 32 años oriunda de Guinea el pasado 14 de mayo.

“Lo que estamos haciendo es proteger sus derechos, hablar por ella y trabajar con la oficina de la fiscalía del distrito”, dijo Thompson a la multitud de periodistas que cubrían la nueva audiencia del caso del ex patrón del FMI.

En un discurso con un lenguaje emotivo, Thompson describió a su clienta -que permanece en el anonimato- como una mujer simple y trabajadora que está “traumatizada” pero que quiere defender su “dignidad”.

La firma Thompson Wigdor & Gilly de New York se especializa en defender individuos que enfrentan a grandes empresas para lograr multimillonarias indemnizaciones.

El gabinete ofrece “excepcionales resultados para sus clientes”, que van desde mujeres denunciando discriminación de género en el Citibank a las víctimas de la caída de una grúa sobre un inmueble de Manhattan.

Para una empleada de hotel pobre que apunta al rico y poderoso Strauss-Khan, que renunció a su cargo del Fondo Monetario Internacional (FMI) tras su detención, Thompson parece ser un buen aliado.

Sus fojas cuentan con una indemnización de 8 millones de dólares en un reciente caso de acoso sexual, así como las defensas exitosas en procesos criminales contra un presunto traficante de heroína e, irónicamente, un hombre acusado de múltiples violaciones.

“Usted es uno de los mejores abogados que he visto”, cita Thompson a un juez hablando de sus cualidades.

El abogado Eric Rothstein, que trabajaba con Thompson en la oficina de la fiscalía federal, afirma que “es un excelente letrado que tiene varias victorias impresionantes”.

Si Thompson decide presentar una denuncia civil contra Strauss-Kahn, la suma podría elevarse a “millones”, señaló Rothstein.

Thompson no dijo nada aún sobre sus planes, pero su llegada al caso arroja nuevas incertidumbres.

Los fiscales que llevan adelante el caso contra el político francés podrían encontrar dificultades en su trabajo si la presunta víctima lanza una demanda civil antes de que comience el juicio, según expertos.

Uno de los abogados defensores de Strauss-Kahn, Benjamin Brafman, tendría un argumento para tratar de convencer al jurado de que la decisión de la presunta víctima de iniciar una demanda civil demuestra sus intenciones de obtener un beneficio económico.

“No ayuda, los jurados evaluarán eso”, admitió Rothstein.

Los fiscales mantendrán la esperanza de que Thompson espere hasta que el caso se cierre antes de lanzarse a una demanda civil.

Thompson también tiene un motivo para esperar: con una condena criminal establecida, una acción judicial civil que busque una compensación financiera tendría poca oposición.

Pero a medida que el caso criminal se alargue, todo será más complicado.

En Estados Unidos existe una ley que limita el plazo para iniciar demandas civiles a un año a partir de la fecha del supuesto incidente.