El nivel de células cancerígenas que circulan en la sangre, provenientes del tumor, está relacionado con la supervivencia de los enfermos de un cáncer avanzado de próstata, según un estudio clínico que abre las puertas para mejorar los tratamientos.

Uno de los problemas que impide el progreso en la lucha contra el cáncer es justamente la identificación de indicadores precoces fiables que señalen si un tratamiento puede alargar la vida de un enfermo, explicó el doctor Howard Scher, jefe del servicio de cancerología urológica en el Memorial Sloan-Kettering Cancer de Nueva York, principal autor de esta investigación.

Scher presentó sus trabajos en la conferencia anual número 47 de la American Society of Clinical Oncology (ASCO), el coloquio de cancerología más importante a nivel mundial, que se realizó este fin de semana en Chicago (Illinois, norte) y en el que participaron más de 30.000 investigadores y representantes de laboratorios farmacéuticos.

Un ensayo clínico de fase 3, llamado COU-AA y llevado a cabo con 1.195 pacientes con cáncer avanzado de próstata -tratados con el Zytiga del laboratorio estadounidense Johnson and Johnson- mostró que existe una correlación entre el nivel sanguíneo de células cancerígenas y la supervivencia de los enfermos.

Medir el nivel de éstas células podría favorecer el desarrollo de futuros tratamientos. Estos marcadores pueden ser utilizados para evaluar rápidamente la eficacia de una nueva terapia para prolongar la vida de los enfermos en lugar de ensayos clínicos más largos y costosos.

Otro estudio revelado el miércoles en el ASCO por el grupo de expertos de cáncer de pulmón, “Lung Cancer Mutation Consortium”, analizó las pruebas del tumor de 830 enfermos y descubrió que al menos la mitad tenían una de las diez mutaciones genéticas conocidas causantes de este cáncer.

En ese sentido, la identificación de estas mutaciones en un enfermo debería ayudar al médico a decidir por un tratamiento mejor adaptado al paciente.