El Premio Nacional de Ciencias Exactas, Miguel Kiwi, quien intervino al inaugurarse el ciclo de charlas “Chile Misión 2018: La Generación del Bicentenario y el desarrollo nacional”, afirmó que “el gasto en investigación, innovación y desarrollo en Chile es de 84 dólares per cápita, a diferencia de países como Israel que invierte 1.900 dólares per cápita”, destacó.

A juicio del profesor Kiwi, esa misma diferencia se percibe abruptamente con la cantidad de científicos por millón de habitantes.

“En Chile por cada millón de habitantes hay 100 científicos. En cambio, en Nueva Zelanda, un país similar al nuestro, tiene 1.000 científicos por millón de habitantes”, comparó.

El científico reflexionó que el poderío y la competitividad de una nación, está determinada por la capacidad de su complejo científico-tecnológico.

“Chile tiene una comunidad científica profesional, competente y madura. Pero es muy reducida en número y con los recursos bastante limitados. Sin duda hace falta una política de Estado, porque ningún Gobierno lo ha hecho. Con el precio del cobre deberíamos invertir en ciencia y desarrollo, o tomar la decisión de seguir como estamos, un país exportador de materias primas”, sostuvo el profesor Kiwi.

Por su parte, el doctor en Economía Política de la Energía en la Universidad de Grenoble, Miguel Márquez, dio a conocer un informe sobre energía elaborado por 140 profesionales de todo el mundo.

“En 40 años las energías renovables pueden cubrir cerca del 80% del consumo mundial de la energía. Esto significa, para el cambio climático, que se disminuirán en un tercio los gases que provocan el efecto invernadero”, sostuvo.

Pese a este informe, en Chile, según el científico, persiste la matriz energética carbonizada, con una fuerte participación de la leña.

“La leña y el consumo de energía en los hogares supera el 59,2%, en tanto que la minería, ha tenido un 70% de incremento de la demanda eléctrica”, explicó.

A eso se suma, según Miguel Márquez, que los sectores más pobres tienen menos acceso al sistema interconectado.

“Y los sectores que menos tienen acceso a la energía son las regiones Octava, Novena y Décima”, detalló.

A su vez, la astrónoma María Teresa Ruiz, Premio Nacional de Ciencias Físicas Exactas, compartió con los presentes la importancia futura que adquirirá la astronomía nacional.

“Chile tiene condiciones únicas para la astronomía, porque tiene una atmósfera estable, que no se da en ninguna parte del mundo. Sin embargo, no somos más de 50 profesionales chilenos”, aseguró.

La académica explicó que la astronomía de cara al 2018 se concentrará en Chile.

“Cada vez hay mejores instrumentos, lo que nos permitiría resolver algunos proyectos que tenemos en carpeta. Uno de ellos, es buscar otros planetas donde haya vida, y eso es algo que por primera vez nos podemos plantear. Ya encontramos planetas que giran alrededor de otras estrellas. Estamos buscando uno chiquitito como la tierra, que sea firme, y, que haya evidencia de vida. Eso es algo que aún no hemos logrado pero que, con estos grandes instrumentos, es cosa de tiempo para poder detectar algo por el estilo”, agregó.

María Teresa Ruiz, aseveró que los astrónomos sólo conocen el 4% del universo y que aún queda mucho por descubrir.

“Debemos desarrollar la ciencia en el país. No ha sido fácil convencer a las autoridades, pero hay una generación de estudiantes brillantes que sin duda seguirán con esta lucha. Necesitamos sacarle el jugo a esta oportunidad que Chile tiene y que es un recurso natural nuestro”, comentó.