Rafael Nadal (N.1) ganó por 7-5, 7-6 (7/3), 5-7 y 6-1 a Roger Federer (N.3), este domingo en Roland Garros, en la final del Abierto de tenis de Francia, y obtuvo su 6º trofeo del Grand Slam galo, igualando el récord del sueco Bjorn Borg, y defendió su título y su supremacía.

Con este resultado, el español no sólo igualó al legendario nórdico, sino que también ganó su cuarta final al suizo en esta prueba, en el mismo escenario del court central Philippe Chatrier.

“Es una sensación increíble volver a ganar aquí (…) Estoy muy emocionado muy feliz y satisfecho. Sólo puedo agradecer a la vida por esto”, fueron sus primeras palabras tras derrotar a Federer.

El manacorí, de 25 años, tiene en su palmarés 10 títulos del Grand Slam, mientras que su derrotado en la ocasión, ya un ‘veterano’ de 29, posee el récord absoluto de 16.

“Quiero felicitar a Roger por su partido, ha sido un partido fantástico y ha hecho un gran torneo. Quiero dar las gracias también al público y a todos los que hacen grande este torneo, los que hacen que sea el mejor torneo del mundo”, añadió ‘Rafa’, como lo llaman.

Precisamente, cuando todos daban al serbio Novak Djokovic (N.2) como gran favorito para jugar y ganar el partido decisivo, el experimentado Federer, de 29 años, quizás el mejor y más completo tenista de todos los tiempo, lo eliminó en ‘semis’ y alcanzó su quinta final del torneo del Grand Slam sobre polvo de ladrillo, que sólo ganó una vez, en 2009.

“Ésta fue una actuación excepcional de Rafa. Me ha ganado de nuevo. Estoy triste pero estoy feliz de haber jugado contra él otra vez (…) Él es el mejor jugador del mundo sobre polvo de ladrillo, pero estoy muy orgulloso de la manera en que he jugado en las últimas dos semanas”, dijo el perdedor.

El suizo logró hacer el ‘break’ en el segundo juego del primer set, cuando Nadal erró una fácil volea sobre la red, para ponerse 2-0 arriba y para la alegría de la mayor parte de los espectadores parisinos, quienes lo adoran.

Después, tras el séptimo juego, el balear, que estaba 5-2 abajo, tuvo que ser tratado de ampollas en un pie.

Esto pudo ser clave, porque en el noveno juego se recuperó y quebró el saque a su rival para ponerse 5-4 abajo tras haber levantado una bola de set y con su servicio 5-5. Y, tras una bola con su saque discutida por el suizo, el español, con un nivel impresionante hizo el ‘break’ para 6-5, e imponerse 7-5 en 62 minutos, conectando varios ‘passings’ incontestables ganando siete games consecutivos.

En esta superficie y en el mano a mano, las estadísticas favorecen claramente al manacorí, quien derrotó al jugador de Basilea en las tres finales anteriores que jugaron, en las ediciones de 2006, 2007 y 2008, mientras que en su marcador personal aumentó a 17-8.

La segunda manga comenzó con un nuevo quiebre a favor del español, quien siguió fácil a 2-0 con un juego ‘blanco’.

Sin embargo, en el octavo juego volvió a verse al mejor Federer, quien hizo del ‘break’ para 4-4. Con 5-4 arriba se produjo la primera interrupción por lluvia del torneo y, al regreso tras apenas 12 minutos de corte, el helvético mejoró aún más e hizo el quiebre para 5-5.

Después, con su servicio su rival forzaría la ‘muerte súbita’. En este único ‘tie-break’ de la final, el balear estuvo más eficaz y se lo llevó 7-6 (7/3) tras 72 minutos de pareja lucha.

Nadal sólo ha perdido un partido de los 46 que ha disputado hasta ahora en París, esto fue ante el sueco Robin Soderling en octavos de final de la edición 2009 de la competición, la única en que jugó y no ganó.

El tercer parcial se perfilaba parejo, hasta que en el sexto game el ganador quebró el saque al suizo para ponerse 4-2, pero éste le retrucó para 4-3 abajo y 6-5 arriba, para la absoluta locura de su hinchada, y jugando al nivel más alto ganó el set por 7-5 en 50 minutos.

Mientras el actual campeón derrotó en su primera final al argentino Mariano Puerta y en la anterior a Soderling, el jugador de Basilea se impuso en una sola, la que ganó al nórdico en 2009, quien después lo eliminó en cuartos de final en 2010.

La cuarta manga comenzó con Nadal levantando tres bolas de ‘break’, para en el cuarto juego lograrlo por su parte de manera ‘blanca’ y ponerse 3-1 arriba y 4-1 con su servicio. Luego, magistral, volvió a hacer el quiebre y se puso 5-1, y con su servicio la liquidó por 6-1 en 36 minutos y 3 horas y 40 minutos de duelo, tras lo cual, emocionado, se zambulló en la arcilla.