La victoria de Rafael Nadal este domingo sobre el suizo Roger Federer en la final de Roland Garros terminó con la última posibilidad de que el serbio Novak Djokovic acabara el torneo como número uno, después de sufrir el viernes en semifinales su primera derrota de 2011.

El jugador balcánico está muy cerca del número uno de la ATP tras su racha de 41 victorias consecutivas en el inicio de este año y parece tenerlo muy a su alcance: en Wimbledon, que comienza a finales de mes, Nadal fue el campeón en 2010 y tendrá que defender de nuevos el máximo de puntos.

En este Roland Garros, el serbio ha seguido sumando puntos, ya que el año pasado había caído en cuartos, y por ello la distancia sigue acortándose.

“Han sido los cuatro mejores de mi vida, pero la racha tenía que terminarse algún día. Desgraciadamente, el fin ha llegado en un mal momento. Pero así es el deporte y yo voy a seguir trabajando”, comentó tras la derrota ante Federer, consciente de que el calendario no descansa y que llegan nuevos desafíos.

La caída del viernes en la central Philippe Chatrier de París, en un partido memorable, le dejó a un triunfo de igualar el mejor arranque de año de un jugador, que seguirá ostentando el estadounidense John McEnroe, que ganó 42 seguidos en 1984.

La racha de partidos ganados por Djokovic es de 43, los 41 de 2011 y los dos últimos de 2010, los que ganó en la Copa Davis para Serbia en la final contra los franceses en Belgrado, donde los locales se llevaron la primera ‘Ensaladera’ de su historia.

El suizo había sido precisamente el último en ganar a Djokovic, en las semifinales del Masters, en noviembre en Londres, pero en las dos últimas semifinales del Grand Slam donde se había visto, en Estados Unidos-2010 y Australia-2011, el serbio había logrado el triunfo. París cambió esa tendencia.

Djokovic hubiera tenido seguro llegar al número uno si pasaba la final, aunque luego la perdiera contra Nadal, por lo que tenía el objetivo muy cerca. Ahora tendrá que esperar, aunque el español parece no tener dudas de que su corona pasará pronto a la cabeza de ‘Nole’, la estrella emergente del circuito.

“No tengo ninguna presión respecto al número uno, porque lo doy ya por perdido. No tengo presión con eso, no me importa”, comentó Nadal tras sufrir para ganar a su compatriota Pablo Andújar en la segunda ronda de este Roland Garros.

El mallorquín ya había dado “por finiquitado” su número uno a principios de mes, cuando cayó en la final del Masters 1000 de Madrid ante el serbio. Una semana más tarde, perdió de nuevo ante Djokovic, en la final de Roma, otro Masters 1000 en el que Nadal defendía el título, como en la capital española.

Si Djokovic consigue finalmente acceder al número uno, habrá puesto fin a la ‘tiranía’ de los últimos años de los dos jugadores que han dominado el circuito y que han protagonizado choques históricos, Nadal y Federer, marcando el final de una era que será recordada durante décadas.

A sus 23 años recién cumplidos, pocos parecen dudar de que lo conseguirá, posiblemente pronto.

En el torneo de Queen’s, Djokovic anunció su baja por una tendinitis en la rodilla, pero si se recupera, tendría de nuevo una gran oportunidad para lograrlo, en la hierba londinense de Wimbledon.