El mexicano Sergio Pérez (Sauber), que salió el lunes del hospital tras su espectacular accidente del sábado en Mónaco, tendrá que esperar el visto bueno de los médicos de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) para poder correr el 12 de junio en Canadá.

“Me siento bien y en forma. Quiero correr en Montreal, pero sé que la decisión final corresponde a los médicos de la FIA. Nunca he estado en Montreal y conozco el circuito sólo de verlo por televisión”, comentó el piloto mexicano, que explicó que tenía previsto practicar en un simulador que tiene Ferrari en su sede de Maranello, pero que el accidente lo ha impedido.

“De todas formas, no es el primer circuito que no conozco y nunca he tenido dificultades para adaptarme. Para mí fue muy duro ser un mero espectador del Gran Premio de Mónaco. Tengo ganas de volver a conducir”, añadió en un comunicado difundido por el equipo Sauber, con sede en Hinwil (Suiza).

El sábado, en la tercera y última manga de la sesión de las clasificaciones, el mexicano, de 21 años, se estrelló a una alta velocidad con un muro de protección, después de haber perdido el control de su monoplaza. Sufrió una conmoción cerebral y un hematoma en un muslo, según el diagnóstico posterior.

Estuvo hospitalizado dos días y no pudo correr el Gran Premio de Mónaco, una de las pruebas míticas del calendario.