El número de puestos de trabajo generados por la economía de Estados Unidos bajó en mayo y la tasa de desempleo subió a 9,1%, mientras la inflación erosiona los salarios, profundizando los desafíos que enfrenta el gobierno de Barack Obama así como su campaña por la reelección.

Estados Unidos creó 54.000 empleos netos en mayo, según datos corregidos de variaciones estacionales, cuatro veces menos que en abril, y el desempleo subió a 9,1%, su nivel más alto desde comienzos del año, según un informe del Departamento de Trabajo divulgado este viernes.

Se trata la suba de empleo más débil desde setiembre, y es tres veces menor a lo que esperaban los analistas.

Ante la debilidad de las contrataciones, insuficientes para absorber los nuevos llegados al mercado del trabajo, la tasa de desempleo subió por segundo mes consecutivo, en 0,1 puntos respecto a abril, a 9,1%, su nivel más alto desde diciembre, cuando estaba en 9,4%.

El sector privado, del que se espera impulse la recuperación económica mientras el sector estatal recorta el gasto, sumó apenas 83.000 empleos, una tercera parte del nivel de los tres meses previos.

Con cifras de empleo revisadas a la baja en los dos meses previos, el informe de este viernes confirma una fuerte desaceleración del crecimiento económico desde comienzos de 2011, pese a los esfuerzos del gobierno para impulsar la recuperación con creación de puestos de trabajo.

Las decepcionantes cifras se pueden atribuir en parte al impacto en la industria estadounidense del sismo y maremoto en Japón el 11 de marzo, así como al aumento en los precios del petróleo, estimaron economistas.

Los datos probablemente alimentarán la dura batalla política sobre el gasto del gobierno y sobre cómo recomponer la economía mientras casi 14 millones de personas están sin empleo más de un año después de que la recesión llegó a su fin.

Subrayando los desafíos que enfrenta Obama a medida que avanza su campaña por la reelección, el líder republicano de la Cámara de Representantes, Eric Cantor, culpó a la Casa Blanca de aplicar políticas equivocadas contra el desempleo.

“Es increíble que pese a los signos de advertencia e indicadores económicos, el presidente Obama y los demócratas del Congreso fracasen en oferecer un plan concreto para crear empleos, reducir nuestra deuda, o hacer crecer la economía”, dijo Cantor en una declaración.

El republicano Mitt Romney, que se lanzó a la carrera presidencial, dijo a través de Twitter que “los números del desempleo de hoy muestran que estamos retrocediendo, y esa es la dirección ecuivocada para Estados Unidos”.

El titular del consejo de asesores económicos de la Casa Blanca, Austan Goolsby, minimizó el informe del Departamento de Trabajo.

“Siempre hay tropzones en el camino a la recuperación, pero la trayectoria de toda la economía ha mejorado en forma espectacular en los últimos dos años”, señaló.

“Las cifras mensuales de empleo y desempleo son muy volátiles, y las estimaciones de empleo están sujetas a revisiones sustanciales”, agregó. “Por lo tanto, como siempre subraya el gobierno, es importante no profundizar demasiado en los informes mensuales”.

Los números de este viernes son malos por donde se los mire. La hora de trabajo aumentó 0,3%, pero esa suba es devorada por el aumento de los precios: en los últimos 12 meses, los salarios subieron 1,8% mientras la tasa de inflación se situó en 3,1%.

Algunos economistas habían pronosticado que los tornados e inundaciones en el sur y medio-oeste del país conspirarían contra las cifras de empleo, pero el comisionado de la Oficina de Estadísticas de Trabajo, Keith Hall, indicó que ello no tuvo una incidencia importante.

“Mientras no hay duda de que algunos trabajadores en las comunidades devastadas pudieron haberse al menos visto desplazados de sus trabajos, no encontramos un impacto claro de los desastres naturales en los datos de empleo y desempleo de mayo a nivel nacional”, señaló.

“En general, esto es horrible”, dijo Ian Shepherdson, economista de High Frequency Economics, que no obstante estimó que se trataba de una caída de corto plazo.

“Creemos que en términos generales de trata de una reacción, una ‘sobrerreacción’, podríamos decir, al aumento de los precios del petróleo, y a un golpe muy duro sobre los autos y la tecnología debido al terremoto de Japón”.