El ex presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, concluyó este jueves una visita de dos días en Cuba, en la que se entrevistó con Fidel y Raúl Castro, y revisó proyectos financiados por su país, tras lo que siguió su gira hacia Venezuela.

“He quedado muy entusiasmado, pienso que las cosas marchan bien, ahora vuelo a Caracas, mañana participaré en un foro con empresarios brasileños y hoy conversaré un poco con el presidente (Hugo) Chávez”, declaró Lula a la prensa, en el aeropuerto, donde fue despedido por el presidente Raúl Castro.

Lula añadió que el miércoles visitó a Fidel “y está muy hablador como siempre”, al tiempo que dijo sentirse “feliz porque el trabajo que Brasil está haciendo con Cuba está marchando muy bien”.

El líder cubano Fidel Castro, alejado del poder desde 2006 por una grave crisis de salud, es un viejo amigo de Lula desde la época en que era dirigente sindical. El brasileño lo ha visitado durante su viajes a la isla, cuatro en sus dos mandatos presidenciales (2003-2010).

“Espero que la presidenta Dilma (Rousseff) realice una visita a Cuba y que después el presidente Raúl visite Brasil para que nuestras relaciones continúen cada vez mejor”, agregó.

Lula, quien llegó el martes a Cuba, fue recibido ese mismo día por Raúl Castro en el Palacio de la Revolución, con quien revisó la marcha de las relaciones bilaterales y temas de la agenda internacional, según un comunicado oficial.

El mandatario acompañó a Lula el miércoles a inspeccionar las obras de modernización del Puerto del Mariel, 45 km al oeste de La Habana, donde se ejecutan una linea férrea, una autopista y otras obras con financiamiento brasileño de 300 millones de dólares.

Las obras son realizadas por una asociación económica del grupo brasileño Odebrecht y una constructora cubana.