El presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, asumirá su cuarto mandato si es reelegido el miércoles en Zúrich en una votación en la que ha quedado como único candidato, para dirigir un organismo envuelto en escándalos tras las denuncias de corrupción.

El suizo, de 75 años, que iba a luchar contra el catarí Mohammed Bin Hammam, salió indemne de las numerosas denuncias de corrupción que han surgido en la FIFA en los últimos días, y que desembocaron en la retirada del asiático, tras ser suspendido por presunto intento de compra de votos a su favor.

Blatter y su secretario general, el francés Jérôme Valcke, también se vieron salpicados por denuncias, pero salieron a flote y el suizo afirma que si es elegido, en el que anuncia que será su último mandato, defenderá la “tolerancia cero” en la corrupción.

El presidente de la FIFA, que había huido el lunes de la palabra “crisis”, reduciendo el periodo tormentoso de su organismo a “dificultades”, reconoció este martes, en la apertura del 61º congreso de la FIFA, que concluirá con su probable reelección, que su organismo se tambalea.

“Nuestra pirámide, la famosa pirámide de la FIFA, se tambalea sobre sus propias bases y debemos actuar con celeridad”, señaló Blatter.

Siguiendo el rastro de los acontecimientos de los últimos días, la situación se asemeja más a un conflicto declarado entre varias partes, lo
que ha llevado a algunas voces, entre ellas las federaciones inglesa y escocesa, a pedir cambios y que se aplacen las elecciones en espera de un candidato reformador.

La Comisión de Ética de la FIFA decidió suspender provisionalmente el domingo a Bin Hamman, de 62 años, presidente de la Confederación Asiática, y al mandatario de la Concacaf, el trinitense Jack Warner, por un presunto intento de soborno a delegados caribeños que buscaba ofrecer sus votos al catarí.

Bin Hammam pidió castigo también a Blatter, porque según él, el suizo conocía los intentos de soborno, pero el Comité de Ética no se hizo eco de la demanda del catarí.

El dirigente asiático acusó después al secretario general Jerome Valcke, afín a Blatter, de influenciar al Comité de Ética en sus decisiones.

Por su parte, Warner acusó a Blatter de haber donado un millón de dólares a la Concacaf, sin haber advertido a la FIFA.

El suizo, sin hacer mención a la acusación del trinitense, se defendería después señalando que había regalado dos proyectos ‘Goal’, de 500.000 dólares cada uno, a la Concacaf por el 50 aniversario de la confederación.

Warner, que había anunciado un ‘tsunami’ de acusaciones que harían temblar a la FIFA desveló un e-mail de Valcke en el que el francés acusaba a Bin Hammam de haber comprado votos para dar el Mundial-2022 a Qatar.

“Tal vez piensa (Bin Hammam) que puede comprar la FIFA como han comprado el Mundial-2022″, diría el e-mail enviado por Valcke a Warner.

El francés, en esta guerra de acusaciones y declaraciones, reconoció la existencia del e-mail, pero minimizó la seriedad de sus palabras hablando de tono distendido e informal.

Blatter, tras la retirada de Bin Hammam podría ser reelegido por aclamación de las 208 federaciones que forman la FIFA o por dos tercios de los votantes en la primera ronda o por mayoría en la segunda si a última hora hubiera un cambio que permitiera presentarse al catarí Bin Hammam.

El australiano Les Murray, uno de los 13 miembros del Comité de Ética de la FIFA, admitió que la imagen de la FIFA se ha visto enturbiada. “Pienso que las reformas en el organismo tienen que ser muy profundas”, señaló.

Blatter, que lleva trece años en el cargo, anunció a principios de mes que ha llegado la hora de esos cambios.

“Me comprometo a atacar las raíces de la corrupción. Es un compromiso que hago y que constituirá un tema crucial en mi último mandato como presidente de la FIFA, si las 208 asociaciones miembros deciden reelegirme”, indicó Blatter, en un intento de lavar una credibilidad de la FIFA que está bajo mínimos.

Los diversos patrocinadores comerciales de la FIFA mostraron su preocupación ante los hechos que están ocurriendo y pidieron al organismo que reaccione.