El embajador de Alemania en Washington, Klaus Scharioth, reafirmó el martes la decisión de su país de cerrar las centrales nucleares, y señaló que su sustitución por energías renovables contribuirá a la seguridad y creación de empleos.

“Invertir en energías renovables nos va a permitir mejorar nuestra seguridad, crear empleos y aumentar nuestra independencia”, explicó Scharioth durante una conferencia referente al futuro de la energía nuclear organizada en Washington tras la catástrofe de la central japonesa de Fukushima.

Alemania se convirtió el lunes en la primera gran potencia industrial que renuncia a la energía atómica, al anunciar el cierre de sus últimos reactores en 2022.

Scharioth añadió que el gobierno alemán invertiría de aquí al 2050 1.000 millones de euros por año en energías renovables hasta que éstas cubran el 80% de las necesidades del país.

De su lado, el embajador francés en Washington, François Delattre, renovó la voluntad de su país de proseguir con su programa atómico, poniendo énfasis en la seguridad.

El 80% de la energía que consume Francia es de origen nuclear.

“Escoger el tipo de energía al que se recurre es una decisión nacional”, declaró Delattre. “Cada país es soberano en cuanto a las preferencias energéticas y debe seguir siendo así”, añadió en el mismo encuentro.

Sin embargo, el representante de Francia compartió su voluntad de colaborar con Alemania en el campo de las energías renovables.