66 Familias provenientes de los campamentos Temístocles Rojas, La Pera y Palomares, recibieron este sábado las llaves de sus casas en emotivas ceremonias.

El barro del invierno, el frío y la humedad serán sólo un mal recuerdo para estas familias que lucharon durante 3 años por materializar el sueño de la casa propia y que gracias al apoyo de la fundación Un techo para Chile y el Ministerio de Vivienda y Urbanismo este sueño se pudo hacer realidad.

Silvio Canese, director de la fundación explicó su sensación por haber concluido un ciclo en la erradicación de la pobreza.

El barrio ha sido bautizado por los mismos beneficiados como “Altos del Bosque” y cuenta con un centro comunitario donde se desarrollarán asambleas y talleres de capacitación.

Sara Vásquez, vecina beneficiada, se refirió a lo que significa para ella la entrega de la casa propia.

Las casas superan con creces los estándares mínimos llegando a una superficie final de 59 mt2, distribuidos en dos pisos, patio individual, y áreas verdes compartidas y juegos infantiles.

Sin duda los más felices de la jornada fueron los niños.

Como estas familias, otras 1.442 que aún viven en campamentos en la región del Bío-Bío tendrán pronta solución habitacional, gracias al esfuerzo comunitario y participativo de los pobladores en conjunto a los voluntarios y profesionales de un Techo para Chile y el Minvu.