El gobierno peruano declaró zona reservada el Cerro Khapia, cumpliendo con una de las demandas de los dirigentes y pobladores de Puno (sureste) quienes desde hace 20 días realizan un paro en protesta por proyectos mineros en esa región, que mantiene a más de 300 turistas varados.

La jefa del Gabinete, Rosario Fernández, anunció que el gobierno de Alan García decidió declarar zona protegida al Cerro Khapia (cima más alto del altiplano de Puno) y su entorno “para impedir la presencia de mineras”, uno de los reclamos planteados por los dirigentes de esa región límitrofe con Bolivia para poner fin a las protestas.

Gran parte de la población de la región de Puno, en su mayoría de la etnia aymara, se moviliza desde hace más de dos semana contra la actividad minera, bloqueado las principales carreteras de la región, saqueado negocios y quemado vehículos.

“El acuerdo es el primer paso en busca de dejar sin efecto los reclamos, despejar las vías bloqueadas, y que quede garantizadas las elecciones de la segunda vuelta del 5 de junio” entre el izquierdista Ollanta Humala y derechista Keiko Fujimori, dijo la ministra Fernández, que encabeza la delegación del gobierno que dialoga en Lima con los dirigentes.

De todas maneras la funcionaria subrayó que aún resta debatir sobre la derogación de la norma que permite operar el proyecto minero de capitales canadienses Bear Creek, y la anulación de las concesiones mineras en esa región.

Tras este “primer acuerdo” fueron levantados algunos bloqueos en Puno y Juliaca, las dos principales ciudades de la región Puno, ubicada a 1.300 km al sudeste de Lima, y sobre los 3.800 metros de altitud.

Pero las protestas continuaban en otros lugares como el paso hacia la frontera con Bolivia, según reportes de la prensa de la región.

Los brotes de violencia se agravaron el jueves con ataques con piedras a algunos locales, saqueos y un incendio en la oficina de Aduanas, de la gobernación y de la contraloría, cuyos enseres y documentación fueron quemados en la vía pública, así como tres vehículos.

También el puerto en el lago Titicaca está tomado por huelguistas que impiden el traslado de turistas hacia el lado boliviano. Se calcula que más de 300 turistas aguardan para poder salir de la ciudad.

La protesta en Puno amenazaba además con impedir la elección presidencial del 5 de junio. Humala pidió al Gobierno encontrar una solución al conflicto en esa región, donde es favorito.

“Nos preocupa la región de Puno. Sabemos que tenemos de 700 mil electores que votarían por Gana Perú. ¿A quién beneficia que en Puno no haya elecciones?”, se preguntó.

La candidata Keiko Fujimori, hija del ex presidente Alberto Fujimori, aseguró que el conflicto fue “por falta de diálogo del gobierno”.

Walter Aduviri, líder del Frente de Defensa de Puno, que dirige la protesta, advirtió que los huelguistas acordaron que “si no hay solución, no habrá elecciones presidenciales en la región”.

Indicó que los aymaras “solo se han replegados por el momento” a la espera de los resultados de las conversaciones y “de no obtener una solución regresarán a la ciudad el lunes”.