La derechista Keiko Fujimori ostenta una ventaja no decisiva sobre el nacionalista Ollanta Humala en una carrera presidencial peruana que ingresa a su última semana con duras acusaciones, polarización, sospechas anticipadas de fraude y amenazas de bloqueo a la elección en una región.

Los sondeos marcan una ventaja a favor de Fujimori que fluctúa entre 2,8 y 7 puntos, al mismo tiempo que muestran que de 12% a 14% de los peruanos están indecisos o votarán viciado o en blanco.

La campaña se ha calentado a lo largo del país: en Lima y otras ciudades, el jueves miles de universitarios marcharon contra Keiko Fujimori y protestaron por el papel de la prensa, a la que tildaron de sesgada contra Humala por presentarlo -sin pruebas- como aliado del presidente venezolano Hugo Chávez.

En este ambiente polarizado, azuzado por la prensa, el jueves Humala deslizó la posibilidad de que el gobierno de Alan García configure un fraude en favor de su rival.

“Llamar a defender el voto es algo democrático, más aún cuando hay indicios de que el gobierno está apoyando a determinada candidata”, dijo Humala la noche del jueves durante una gira en Cañete (sur).

“Hay una serie de indicios que nos preocupan y que pueden conllevar a un fraude, eso sí nos preocupa”, aseveró.

El presidente Alan García respondió que “los que hablan de fraude son los que sienten que el piso se les está moviendo”.

Dentro de ese panorama, una protesta social vino a encender una nueva alarma.

En la sureña ciudad de Puno -de 120.000 habitantes y bastión de Humala- campesinos aymaras que bloquean la ciudad amenazan con no permitir el desarrollo de la elección si el Estado no prohíbe la minería en esa región.

Fujimori, hija del ex presidente Alberto Fujimori -condenado en 2009 a 25 años por corrupción y violaciones a los DDHH-, recibió en las últimas horas el respaldo de los conservadores Pedro Pablo Kuczynski y Luis Castañeda, derrotados en la primera vuelta del 10 de abril.

Ellos, que entre ambos sumaron 24% de los votos, coinciden en que esa candidata es la mejor carta para que la economía peruana siga creciendo sin apartarse de las políticas de libre mercado, y desconfían de un Humala que podría cambiar el modelo.

En cambio el ex presidente Alejandro Toledo (15% en la primera vuelta) respaldará a Humala para evitar que “el Perú retorne a la década oscura de 1990″, cuando gobernó el país Alberto Fujimori.

Se une en su campaña al premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, que exhorta a los peruanos a votar por Humala para evitar el retorno al poder de quienes representan “al gobierno más nefasto que tuvo el Perú”.

Analistas señalan que Fujimori tiene su principal feudo electoral en Lima, donde se concentra un tercio de los casi 20 millones de votantes de todo el país, en tanto que Humala lo cosecha en las zonas rurales donde no siempre los sondeos reflejan la realidad del momento.

“La ventaja de Humala en las zonas rurales podría ser mayor a la que señalan los sondeos debido a que, por más buena encuesta que se haga siempre en la zona rural hay pequeños déficit, (lo) que puede ser fundamental al momento final”, dijo a la AFP Fernando Tuesta, director del Instituto de Opinión de la privada Universidad Católica.

Humala y Fujimori se verán frente a frente por única vez este domingo en un debate televisivo que ha generado gran expectativa.

Sin embargo Tuesta opina que “va a ser bien difícil que los que decidieron su voto cambien. Y entre los indecisos es un porcentaje tan pequeño que se distribuyen generalmente en la misma proporción de los votos ya definidos”.

“Una de las características de la elección es la parcialidad de los medios, que con uno u otro sello se ha acentuado estos días finales”, dijo a la AFP Ricardo Uceda, director del Instituto Prensa y Sociedad, organización de defensa de la libertad de expresión.

Uceda sostiene que este rechazo de un sector mayoritario de la prensa peruana -agrupada en tres grandes corporaciones- “se debe a que como Humala quiere cambiar el sistema, los medios del sistema están en contra de él”.