El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, y el catarí Mohamed Bin Hamam, los dos únicos candidatos a la presidencia del organismo el próximo 1 de junio, tendrán que comparecer ante la comisión de ética de la federación por su implicación en un caso de presuntos sobornos.

Después de que el miércoles Bin Hamam fuera llamado a comparecer, la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) anunció este viernes que también abrirá un expediente a Blatter, respondiendo a una demanda de su rival en las elecciones.

El caso se centra en una reunión mantenida el 10 y 11 de mayo en la Confederación Caribeña de Fútbol (CFU) en la que participaron Bin Hamam, miembro del comité ejecutivo de la FIFA, y Jack Warner, vicepresidente y presidente de la CONCACAF.

Según el comité de ética hay sospechas de que en esa reunión se pudo sobornar a miembros de la FIFA, posiblemente para influir en su voto en las elecciones a la presidencia.

Por su parte Blatter tendrá que explicar si, como asegura su rival Bin Hamam, estaba o no al corriente previamente, a través de Warner, de que en esa reunión se iban a pagar sobornos.

Para el presidente actual, que tiene el apoyo de las confederaciones europea, sudamericana, africana y oceánica, su comparecencia podría complicarle las cosas en unas elecciones en las que salía como máximo favorito.

Blatter comparecerá el domingo ante la comisión de ética, igual que Bin Hamam, cuando falten sólo tres días para las elecciones a la presidencia que opondrán a los dos hombres.

El caso empezó cuando Chuck Blazer, del comité ejecutivo, informó al secretario general Jerome Valcke sobre “posibles violaciones” del código ético en la reunión en la confederación caribeña.

El pasado miércoles Bin Hamam negó rotundamente las acusaciones, poco antes de pedir que se investigara también a Blatter.

“Este paso es algo más que una táctica por parte de los que no tienen confianza en salir ganadores de las próximas elecciones presidenciales”, dijo en un comunicado, en referencia a Blatter.

La batalla entre los dos hombres pone de nuevo en peligro la imagen de la FIFA, tras las recientes acusaciones de corrupción en la designación de los mundiales de 2018 (Rusia) y 2022 (Qatar), y abre además incógnitas sobre las elecciones presidenciales del 1 de junio.

En noviembre, dos miembros de comité ejecutivo de la FIFA, el tahitiano Reynald Temarii y el nigeriano Amos Adamu, ya fueron suspendidos por sospechas de corrupción en el proceso de atribución de esos dos mundiales.