Al igual como sucede con los aviones comerciales, el gobierno de Estados Unidos comenzará a exigir a los fabricantes de automóviles que incluyan Event Data Recorders (EDR), un tipo de “cajas negras” en cada nuevo vehículo fabricado, a fin de obtener datos sobre la conducción en caso de un accidente.

La nueva normativa será exigida por la National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA) y comenzaría a regir desde junio, registrando datos como la velocidad de desplazamiento uso del cinturón de seguridad o de los frenos, con el fin de que sean analizados para descubrir las razones de una colisión u otro tipo de impacto.

Curiosamente, no se trata de una idea nueva: según explica el portal Dvice, una de las mayores fabricantes de automóviles del mundo, General Motors (GM), ha incorporado “cajas negras” dentro de prácticamente todos los modelos de vehículos que ha producido a partir de 1990.

Además de la exigencia a la totalidad de los fabricantes, la novedad radica en el uso que se le de a la información, así como quiénes estarán autorizados para acceder a ella. De esta forma, podrá dilucidarse con mayor precisión si un accidente fue debido a error humano o a un fallo en la máquina.

Desde luego, los defensores de la privacidad ya han manifestado su preocupación de que estos dispositivos puedan ser usados por la policía para infraccionar de forma más “eficiente” a quienes excedan límites de velocidad, o incluso que los datos de ubicación del auto sean usados como pruebas en solicitudes de divorcio u otros similares.