El enfrentamiento estelar de los dieciseisavos de final del torneo de tenis de Roland Garros, entre el serbio Novak Djokovic y el argentino Juan Martín Del Potro este viernes en París, medirá no sólo a dos grandes campeones sino a dos buenísimos amigos.

Desde que el sorteo del pasado viernes deparó la posibilidad de que ambos se midieran en la tercera ronda, y sobre todo desde que el miércoles ese choque se convirtió en una realidad, ambos se han lanzado guiños y han dejado patente la buena relación que mantienen desde hace años.

“Es un chico estupendo. Mantenemos una buena amistad fuera de la pista, Del Potro y yo. Sea cual sea el resultado del partido, seguiremos siendo amigos”, comentó ‘Nole’ Djokovic tras eliminar al rumano Victor Hanescu en segunda ronda.

Del Potro también ha dado muestras en los últimos días de la complicidad que mantiene que el número dos mundial, deseándole que pueda convertirse pronto en el número uno.

“Este año está mucho más serio dentro y fuera de la cancha, se divierte a su manera. Tiene una confianza que es muy importante y se merece el número uno. Además, es muy buena persona”, había comentado Del Potro a la AFP en la víspera del comienzo de este Roland Garros.

La estrella argentina, que el miércoles superó al esloveno Blaz Kavcic en la segunda ronda, también habló de esta amistad en la rueda de prensa posterior a su partido.

“Espero que plata no, tiene más que yo”, dijo entre risas al ser preguntado sobre si pensaba apostar algo con Djokovic antes del partido.

“Acepto cualquier apuesta, podremos divertirnos”, respondió luego Djokovic en su intervención ante la prensa. “Si la apuesta es una cena, entonces haré todo lo posible para que me pague esa cena”, añadió.

Djokovic y Del Potro nacieron con apenas un año de diferencia -1987 y 1988 respectivamente- y han crecido juntos en el tenis, tanto en sus años de juveniles como en las últimas temporadas en el circuito profesional ATP, irrumpiendo con fuerza en los últimos años de la ‘era Federer’.

Su buena conexión personal es más que evidente. ‘Delpo’ quiso compartir con Djokovic, por ejemplo, sus sentimientos futbolísticos y le regaló en su día una camiseta de Boca Juniors, para tratar de inculcar la pasión ‘xeneize’ en el balcánico.

En un deporte como el tenis, con una larga temporada y con once meses al año de viajes constantes alrededor del mundo, los amigos que uno hace en el circuito a veces se constituyen como una “pequeña familia”, en palabras de Djokovic, que te acompaña y respalda cuando estás lejos de casa.

Y si hay kilómetros de por medio, internet es la vía para continuar en contacto: ambos se mantienen activos en las redes sociales, en Twitter y Facebook, y se contestan y lanzan mensajes habitualmente.

Entre las publicaciones recientes de Djokovic en Twitter, enlazada en la cuenta personal de Del Potro, se encuentra una fotografía del serbio y el argentino juntos, cada uno con la mano por encima del hombro del otro. “Con mi amigo Deeel Pooo!!!”, escribe en inglés Djokovic para acompañarla.

El viernes ambos tendrán la ocasión de volver a hacerse una foto juntos, pero será ya sobre la pista en Roland Garros, en el partido que más expectación ha levantado en lo que va de torneo.