El tráfico aéreo europeo se vio menos perturbado de lo previsto el miércoles por las cenizas expulsadas por un volcán islandés, cuya violenta erupción está prácticamente terminada, permitiendo un retorno a la normalidad.

Después de haber estado paralizado durante unas horas debido a la nube de cenizas del volcán Grimsvötn, el tráfico aéreo se reanudó por la tarde en los aeropuertos alemanes de Hamburgo, Bremen y Berlín, precisó la organización europea de seguridad aérea Eurocontrol.

Por otra parte, el número de anulaciones de vuelos fue menor de lo previsto: unos 450 vuelos en el espacio aéreo alemán en lugar de los 700 previstos en un primer momento, sobre un total de 8.000 en Alemania.

Las 450 anulaciones finalmente decididas tuvieron lugar esencialmente el norte del país, Hamburgo y Bremen, y en Berlín. En circunstancias normales, se registran 120 vuelos en Bremen, 480 en Hamburgo y 530 en Berlín.

No se prevé ninguna perturbación para el jueves, agregó la organización.

El martes, unos 500 vuelos, de los 29.000 programados habían sido anulados en Europa.

Los mayores aeropuertos de Alemania, como Múnich y Fráncfort, que sirven de plataforma en Europa no fueron afectados.

Las autoridades alemanas indicaron que Alemania estaba “en mucho mejores condiciones para controlar la situación” que el año pasado, cuando otro volcán islandés expulsó cenizas y bloqueó a miles de pasajeros durante semanas en todo el continente.

La Comisión Europea ya había excluido el martes un cierre de gran envergadura del espacio aéreo europeo, como el ocurrido en abril de 2010.

La nube de cenizas del Grimsvötn, el volcán más activo de Islandia, debía llegar a Bélgica y al norte de Francia, pero con una concentración de cenizas demasiado baja para perturbar el tráfico aéreo.

Por el contrario, Escocia seguía clasificada como “zona roja”, lo que le valió una recomendación para suspender los vuelos este miércoles.