El apoyo del G8 a los países de las “revoluciones árabes”, las lecciones del accidente nuclear de Fukushima, Libia y Siria centrarán la agenda que los líderes mundiales abordarán jueves y viernes en Deauville (noroeste), sin olvidar la sucesión al frente del FMI.

Casi seis meses después de las “revoluciones árabes” que derrocaron a los regímenes autoritarios de Túnez y Egipto, los países del G8 definirán la ayuda financiera que les otorgarán para respaldar su transición democrática.

El anfitrión en Deauville, el mandatario galo Nicolas Sarkozy quiere que esta Cumbre “siente las bases” de una “colaboración de larga duración” entre los países del G8 y los países de “las primaveras árabes” en su “transición hacia más democracia” y “más economía de mercado”, dijo una fuente de la presidencia francesa.

Francia y Gran Bretaña anticiparon que no será una “cumbre de donantes” aunque Túnez y Egipto llegarán con cifras precisas: 25.000 millones de dólares para el primero y 12.000 millones para el segundo.

Estados Unidos se adelantó a la cumbre y anunció una ayuda de varios miles de millones para alentar la democratización y el Banco Mundial prometió hasta 6.000 millones de dólares a condición de que sigan adelante con las reformas políticas y económicas.

Casi tres meses después del inicio de los bombardeos de una coalición internacional en Libia que no logró expulsar del poder a Muamar Gadafi, los países del G8 (Francia, Estados Unidos, Alemania, Italia, Gran Bretaña, Canadá, Japón y Rusia) intentarán encontrar una salida a la actual situación.

Rusia reiteró el miércoles que los bombardeos son una “burda deriva” del mandato de la ONU.

Las protestas populares en Siria y la represión ejercida por el regimen de Bachar al Asad que desde marzo se cobró más de 1.000 muertos, estará en las discusiones de Nicolás Sarkozy, Barack Obama, Angela Merkel, David Cameron, Dimitri Medvedev, Silvio Berlusconi, Stephen Harper y Naoto Kan.

Dos meses después del accidente nuclear en la planta japonesa de Fukushima tras el sismo y el tsunami que dejó 25.000 muertos, los ocho reflexionarán sobre el futuro de la energía nuclear que supone una industria estratégica.

“La primera lección es fijar normas de seguridad al más alto nivel de exigencia”, indicó la misma fuente del Elíseo que admitió “respuestas diferentes” en los países del G8 que concentran la mayor parte de las centrales nucleares del planeta con unos 300 reactores nucleares.

Fuera de agenda, el nombramiento del sucesor de Dominique Strauss-Kahn al frente del Fondo Monetario Internacional (FMI), estará indudablemente en las discusiones de los jefes de Estado y de Gobierno de los países del G8 que controlan el 80% de la riqueza mundial, sobre todo por la forma en que intervino la renuncia del dirigente francés inculpado en Nueva York de intento de violación de la mucama de un hotel.

La ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, anunció el miércoles su candidatura respaldada por varias capitales de Europa, principal contribuyente del FMI, competirá con Agustín Carstens, el candidato anunciado por México, uno de los emergentes que reclaman su lugar en la gobernanza financiera mundial.

De promesas financieras hablará el G8 con los países del NEPAD (Nueva Asociación para el Desarrollo de Africa) formado por Argelia, Egipto, Etiopía, Nigeria, Senegal y Sudáfrica). Numerosas ONGs denunciaron que el G8 no cumplió ni con la mitad de los 25.000 millones de dólares prometidos en 2005, según cifras de la OCDE.

Internet como “fenómeno mayor” del siglo XXI desde el punto de vista económico y social -papel en la “primavera árabe”- será otro de los asuntos de la agenda de jefes de Estado que deberían respaldar un plan de acción para frenar la ruta transatlántica de la cocaína de América Latina a Europa pasando por Africa.

Unas 50 ONGs -un puñado de ellas procedentes de Túnez, Camerún y Nigeria- y ninguna de América Latina asistirán a la Cumbre de Deauville, lujoso balneario del norte de Francia protegido por un impresionante dispositivo de seguridad con 12.000 policías, gendarmes y militares, 40 helicópteros y dos baterías de misiles y donde la navegación estará prohibida en un radio de 9 km.