El presidente de la estatal petrolera venezolana PDVSA, Rafael Ramírez, mandó este miércoles “al carajo” a Estados Unidos, al que volvió a acusar de “imperialista”, un día después que este país resolvió sancionar a esa compañía por sus nexos con Irán.

“Imperialistas váyanse al carajo, aquí no nos importan sus sanciones. A nosotros nadie nos va a imponer la manera de actuar”, exclamó el también ministro de Energía y Petróleo durante un acto público de rechazo a la sanción estadounidense.

“Somos hijos del Libertador Simón Bolívar, nuestro país es heredero de las glorias de los libertadores de América. Se volvieron a equivocar señores del imperialismo, se volvió a equivocar el gobierno de los Estados Unidos”, enfatizó el responsable.

“Nosotros hacemos lo que más le convenga al pueblo de Venezuela y lo que más convenga a los intereses del Estado venezolano”, añadió Ramírez.

Tras la sanción anunciada por Estados Unidos, PDVSA no podrá participar en ningún contrato directamente con el gobierno estadounidense, acceder a programas de financiamiento para exportaciones o importaciones, ni licencias para tecnologías petroleras estadounidenses.

Las sanciones no afectarán las ventas ni las operaciones de las filiales de PDVSA en Estados Unidos.

Venezuela repudió el martes las sanciones y dijo que evaluará el impacto de esa medida en el suministro de alrededor de un millón de barriles diarios de crudo a Estados Unidos. El país sudamericano, miembro de la OPEP, es el quinto proveedor de crudo de Estados Unidos.