La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) recomendó a las autoridades de la política macroeconómica de Chile que “eviten” el recalentamiento de la economía, que este año crecerá un 6,5% antes de replegarse progresivamente para caer un 5% en 2012.

“A corto plazo, el principal desafío para los responsables de la política macroeconómica será evitar el recalentamiento”, dice la OCDE en su informe sobre Perspectivas Económicas divulgado este miércoles en París, donde celebra su 50 aniversario.

Ante el surgimiento de las tensiones inflacionistas, la política monetaria debería seguir orientándose hacia la neutralidad en 2011 para mantener las anticipaciones inflacionistas bien ancladas, recomienda la organización.

Los precios del cobre, históricamente altos, y una demanda interna cada vez más robusta favorecen el crecimiento económico chileno, después de una mejora inducida sobre todo por la reconstrucción tras el sismo y el tsunami del pasado año.

Pero los altos precios de los alimentos y de los productos petroleros en el mercado mundial alimenta las tendencias inflacionistas, que han superado el punto medio de la tolerancia 3% (+/-1%) fijado por el Banco Central.

“Las autoridades monetarias deben vigilar atentamente la evolución de los precios y contemplar una subida (de los tipos de interés) más rápido si fuera necesario”, recomienda la organización.

De hecho, el principal riesgo de una eventual revisión de las previsiones a la baja es una “subida de la inflación” provocada por el aumento de la demanda interna mayor del previsto y por el alza de los precios del petróleo y los alimentos, alerta la OCDE.

En el caso de que las condiciones de trabajo se contraigan, esto podría repercutir en los costes salariales y anclarse duraderamente, concluye la organización.