El operador de la accidentada central nuclear japonesa de Fukushima reconoció el martes que, tal como sospechaban los expertos, el combustible también se fundió en otros dos reactores, además del número uno, y afirmó que entregará toda la información disponible a la AIEA.

“Es muy posible que la fusión también haya ocurrido en los reactores dos y tres” dijo un portavoz de Tokyo Electric Power (TEPCO), que acaba de publicar sus últimos análisis de las mediciones efectuadas en Fukushima Daiichi.

“La mayor parte del combustible ha caído, probablemente, al fondo (de la vasija de presión), como en el reactor número uno”, precisó el portavoz, que descartó el riesgo de una nueva fusión incontrolada.

TEPCO había insinuado ya que una fusión se había producido dentro de los reactores dos y tres, pero es la primera vez que se muestra tan afirmativo.

Los reactores “están siendo sometidos a operaciones de refrigeración y su condición es estable”, agregó el portavoz.

El tsunami gigante provocado el 11 de marzo pasado por un terrible sismo de magnitud 9 dañó gravemente la central nuclear de Fukushima, desactivando los circuitos de refrigeración de cuatro de los seis reactores de la planta, lo que provocó el calentamiento de las barras de combustible.

Durante varias semanas después del desastre del 11 de marzo, el operador, al igual que el gobierno japonés, sólo habían mencionado una fusión parcial, afirmando que los reactores estaban relativamente estables y que los escapes radiactivos peligrosos habían sido ampliamente frenados.

Según las últimas informaciones publicadas por TEPCO y la Agencia de Seguridad Nuclear de Japón, la vasija de presión y el recinto de confinamiento del reactor 1 “estarían dañados y hay escapes”. El estado de las vasijas de los reactores 2 y 3 es “desconocido”, aunque el recinto de confinamiento del 2 “probablemente esté dañado y también haya fugas”.

Pese a que los daños descubiertos son mayores de lo previsto, TEPCO aseguró la semana pasada que el calendario de salida de la crisis se mantiene, reiterando que se reducirán los escapes radiactivos antes de julio y que la temperatura de los reactores se estabilizará en los 100 grados Celsius antes de enero.

El gobierno japonés aprobó este martes la constitución de una comisión de expertos independientes para investigar el accidente, el más graves desde el ocurrido en Chernobyl (Ucrania) en 1986.

Esta comisión deberá presentar un informe final en el plazo de un año.

Por otro lado, un equipo de una veintena de especialistas extranjeros de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) se encuentran en Japón para analizar esta crisis.

El ministro japonés de Economía, Comercio e Industria, Banri Kaieda, aseguró el martes que su país entregará a la AIEA todos los datos disponibles sobre la catástrofe.

“Vamos a poner a su disposición todas las informaciones que tenemos”, dijo Kaieda al equipo de inspección, que permanecerá en Japón hasta el 2 de junio y presentará los resultados de su misión en una reunión de ministros de la AIEA en Viena el próximo mes.

El grupo está dirigido por Mike Weightman, jefe de inspectores de instalaciones nucleares en Gran Bretaña, e integrado por representantes de 12 países, entre ellos Estados Unidos, China, Francia, Rusia y Corea del Sur.

“Nuestra misión es buscar informaciones para que podamos sacar conclusiones útiles para todos los países con el fin de mejorar la seguridad nuclear”, dijo Weightman después de la reunión con el ministro.