La construcción de una central hidroeléctrica de pasada sobre el río Cholguán, entre las comunas de Tucapel y Yungay, está causando inquietud entre los residentes del sector quienes aseguran desconocer detalles del proyecto energético.

Se trata de la central Baquedano, que usará el citado curso fluvial, inmediatamente aguas abajo de la confluencia con el estero Las Mulas, con una inversión que supera los 50 millones de dólares.

De acuerdo a la información del sitio web del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, se trata de una planta de 17,8 megawatts de potencia, que se ubicará principalmente en la comuna de Tucapel, ya que ahí se proyecta el canal de aducción de unos 9,4 kilómetros de largo, la tubería en presión y la casa de máquinas.

Aunque el estudio de impacto ambiental está en pleno trámite de evaluación en el Servicio del Medio Ambiente de la Región del Bío-Bío, ya hay voces que cuestionan la falta de información del proyecto energético.

De hecho, aunque en la vecina localidad de Yungay sólo estará la descarga de las aguas usadas para producir electricidad, los vecinos se organizaron y crearon un comité de defensa de la flora y fauna que cuestiona el impacto que causará la planta de generación.

Recordemos que en la misma comuna de Tucapel, el proyecto de la central Trupán, que llevaba adelante la Asociación de Regantes Canal Zañartu, tuvo el visto bueno de la autoridad ambiental hace dos años.

Sin embargo, el firme rechazo de las organizaciones sociales, con el apoyo de las autoridades de la zona, postergó la ejecución de la obra por tiempo indefinido.