La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, prometió este domingo a los rebeldes libios que los 27 miembros del bloque los apoyarían tanto como fuese necesario, en una visita a Bengasi bastión de los insurgentes, donde inauguró una representación de la UE.

El dirigente libio Muamar “Gadafi debe partir y tiene que haber un futuro en Libia que pertenezca al pueblo libio”, declaró Ashton en una conferencia de prensa tras la inauguración de la representación europea, situada en Tibesti, un hotel de la “capital” de los rebeldes en el este del país.

“Soy muy clara: es fundamental proteger a los civiles. Mucha gente ya murió”, continuó agregando que “congelar los haberes tiene un gran rol en la presión que ejercemos sobre el régimen” de Gadafi.

Poco antes, en un punto de prensa conjunto con el presidente del Consejo Nacional de Transición libio (CNT, instancia de los rebeldes), Mustafa Abdeljalil, Ashton afirmó: “Queremos apoyar (a los rebeldes) no sólo ahora, sino tanto como el pueblo libio lo desee, estaremos allí”.

La jefa de la diplomacia de la UE es uno de los representantes extranjeros de mayor rango en visitar Bengasi (este), segunda ciudad libia, desde que comenzó la rebelión.

Antes que ella, los rebeldes recibieron al ministro polaco de Relaciones Exteriores, Radoslaw Sikorski, y al senador estadounidense John McCain. Una delegación de jefes de Estado africanos visitó el bastión rebelde el 12 de abril en el marco de una misión de mediación de la Unión Africana.

La UE desea ayudar a los libios en los sectores “de las reformas de seguridad, la economía, la salud, la educación, y por supuesto la sociedad civil”, señaló Ashton.

Abdeljalil celebró por su parte el “apoyo cada vez mayor” de los europeos desde que comenzó la insurrección. “Deseamos el apoyo de la Unión Europea para garantizar la seguridad de nuestra frontera sur”, agregó.

Sin embargo, Ashton sólo reconoció al CNT como “un interlocutor”.

“Tenemos un diálogo fuerte” con el CNT, declaró la jefa de la diplomacia. “Recae en el pueblo libio determinar al gobierno de Libia”, dijo.

El Parlamento europeo aboga desde hace tiempo en favor del reconocimiento del CNT como único interlocutor en Libia, pero en la UE sólo Francia, Italia y Gran Bretaña reconocieron la potestad del CNT, así como Qatar y Gambia en el resto del mundo.

Estados Unidos considera al CNT como “legítimo y creíble”. Pero sin embargo, estos reconocimientos constituyen una victoria diplomática para los opositores a Gadafi que buscan legitimidad internacional.

El número dos de los rebeldes, Mahmud Jibril, fue recibido la semana pasada en Washington y en París. Moscú anunció el sábado que un representante del CNT se reunirá el lunes con el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov.

Entre tanto, la OTAN continuó los bombardeos de las fuerzas militares del régimen. El domingo, la Alianza Atlántica anunció que la víspera alcanzó con sus bombas un centro de mando en Trípoli y otro cerca de la capital, un barco en Sirte y dos vehículos militares cerca de Zenten (oeste).

Un responsable libio indicó por su parte que los bombardeos de la OTAN del sábado por la noche tenían como mira el puerto de Trípoli y la residencia de Gadafi, cerca del centro de la capital.

Desde el viernes al menos nueve buques libios fueron destruidos por la coalición internacional, que acusó a las fuerzas de Gadafi de utilizar barcos para atacar a los civiles.