Dos astronautas concluyeron el domingo la segunda de cuatro salidas espaciales programadas de la última misión del transbordador estadounidense Endeavour en la Estación Espacial Internacional (ISS), informó la agencia espacial NASA.

Drew Feustel y Mike Fincke terminaron su salida espacial de ocho horas y siete minutos a las 14H12 GMT, después de rellenar los radiadores con amoníaco, instalar vigas de almacenamiento cerca de la mitad de la estructura principal, y lubricar un conjunto de paneles solares y algunas partes de Dextre, uno de los brazos robóticos de la estación.

El astronauta Greg Chamitoff, quien participó en la primera salida espacial de la misión, coordinó las comunicaciones entre Feustel y Fincke y el control de misión en Houston y coreografió sus actividades desde la ISS, de acuerdo con la NASA.

Los astronautas Greg Johnson y Cady Coleman operaron el transbordador espacial y los brazos robóticos de la ISS en la última parte de la salida espacial.

Coleman cumplió su último día de trabajo completo en la ISS antes de volver a la Tierra el lunes con otros miembros de la tripulación.

Johnson dedicó tres horas a tareas de almacenamiento, mientras que el astronauta Roberto Vittori pasó gran parte de la tarde transfiriendo suministros y equipos entre el Endeavour y el área de bodega de la estación.

Esta salida espacial fue la número 157 de las realizadas para el armado y mantenimiento de la ISS, y la número 246 que realizan astronautas de Estados Unidos.

El Endeavour despegó en su última misión el lunes pasado con seis astronautas a bordo – cinco estadounidenses y un italiano – y se acopló a la ISS el miércoles.

La misión es comandada por el astronauta Mark Kelly, marido de la representante estadounidense Gabrielle Giffords, quien se recupera tras recibir un disparo en la cabeza en un mitin político en enero.

El transbordador permanecerá en la ISS hasta el 30 de mayo.

El programa de transbordadores de Estados Unidos, de 30 años, finaliza formalmente a finales de este año con el vuelo del Atlantis. A partir de entonces, las cápsulas espaciales rusas serán la única opción para ir y venir del laboratorio de investigación en órbita.