El ex director del FMI, Dominique Strauss-Kahn, inculpado de crímenes sexuales, salió el viernes de la prisión de Rikers Island para quedar bajo arresto domiciliario en un apartamento en Manhattan, luego de que un juez ordenase su liberación bajo fianza.

Strauss-Kahn “ha dejado nuestra custodia y Rikers Island y se encuentra en manos de la compañía de seguridad” encargada de controlar su arresto domiciliario, afirmó el viernes por la tarde a la AFP Stephen Morello, un responsable de la cárcel neoyorquina.

El ex patrón del Fondo Monetario Internacional (FMI) fue inculpado el jueves de las siete acusaciones planteadas por la fiscalía, incluyendo intento de violación en primer grado, delito sexual en primer grado, agresión sexual y manoseos no consentidos a la limpiadora de un hotel de Nueva York el 14 de mayo.

Strauss-Kahn, que se vio obligado a renunciar a su cargo el miércoles, “va a vivir en forma temporaria en el sur de Manhattan cerca de la zona de ‘Ground Zero’”, el barrio donde se encontraba el World Trade Center, indicó el juez Michael Obus.

Poco antes de ordenar su libertad, Obus aceptó la fianza de un millón de dólares y una garantía por otros cinco millones aportada por la defensa, dos de las estrictas condiciones impuestas el jueves al socialista francés de 62 años para permitirle salir de prisión mientras es juzgado.

Strauss-Kahn se comprometió además portar una tobillera electrónica las 24 horas y entregar todos sus documentos de viaje para descartar cualquier intento de fuga, luego de haber sido detenido el sábado pasado a bordo de un avión que se aprestaba a volar a Francia.

Según el tabloide New York Post, la esposa de Strauss-Kahn, Anne Sinclair, había alquilado un apartamento en el Bristol Plaza en Manhattan, pero la dirección de este prestigioso inmueble anuló la reserva cuando supo quién iba a ocupar la vivienda.

Sin embargo, y según el abogado defensor William Taylor, “la razón por la cual los planes cambiaron es que la prensa había invadido” el primer lugar elegido.

En caso de ser hallado culpable de todos los cargos, Strauss-Kahn -cuya detención sacudió al Partido Socialista francés, que lo veía como candidato a las presidenciales de 2012- puede ser condenado hasta a 74 años de prisión.

Strauss-Kahn comparecerá de nuevo ante la justicia el 6 de junio para una audiencia en la que podrá declararse no culpable de las acusaciones presentadas por la empleada del hotel.

Los investigadores dicen tener evidencia física -incluyendo un examen médico efectuado inmediatamente después de la denuncia- que muestra un intento de violación el 14 de mayo a “una mujer negra de 32 años”.

Mientras tanto, el Consejo de Administración del FMI tenía previsto reunirse el viernes para iniciar la búsqueda de un nuevo director gerente, un puesto que despierta interés en el mundo y por el que los países emergentes están dispuestos a dar batalla.

La Unión Europea (UE), decidida a tratar de mantener a un europeo al frente del FMI, baraja una candidatura de la actual ministra de Finanzas francesa, Christine Lagarde, aunque la lista de potenciales aspirantes es larga.

Europa es el principal contribuyente del FMI y la tradición ha hecho que el cargo de director general estuviera siempre reservado a europeos desde su creación en 1944, mientras que Estados Unidos conserva el liderazgo del Banco Mundial.

Sin embargo, países como China, Brasil y México han advertido esta semana que las reglas del juego deben cambiar, reclamando que se tengan en cuenta los méritos y no la nacionalidad a la hora de sustituir a Strauss-Kahn.

Por su parte, Estados Unidos indicó el viernes que estaba “dispuesto a apoyar” como candidato a director general del FMI a una persona capaz de suscitar “un amplio” consenso entre los miembros de la institución.

En medio del escándalo producido por el caso Strauss-Kahn, el FMI rechazó el viernes un artículo del The New York Times que alega que el acoso sexual y las relaciones extraconyugales son moneda corriente en los pasillos de la institución mundial.