En medio de la polémica por la rápida autorización para volver a utilizar gases lacrimógenos para disuadir manifestaciones, el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, admitió implícitamente vía Twitter que, si bien recabó información sobre los posibles efectos de los químicos, no se realizaron nuevos estudios al respecto.

Recordemos que este martes, el ministro Hinzpeter había señalado que “nos parece razonable suspender el uso de esos gases lacrimógenos, hasta que nuevos informes médicos nos permitan disipar cualquier duda sobre la procedencia y el empleo de estos gases”.

Sin embargo al conocerse hoy que Carabineros fue autorizado para volver a utilizar estos productos en la víspera de las manifestaciones anunciadas para este 21 de mayo, muchos cuestionaron el procedimiento usado por el gobierno para descartar posibles sus efectos dañinos, entre los cuales se cuenta su potencial efecto abortivo.

“Lo bajó de Wikipedia” -ironizaron algunos dirigentes de la Concertación nada más conocer el anuncio, a menos de 3 días de la suspensión.

Uno de quienes criticó la medida fue el periodista Matías del Río, quien a través de su cuenta de Twitter señaló: “Autogol de proporciones de @rhinzpeter con lacrimógenas. En 3 días, sin nuevos estudios a la vista, repone su uso”.

La frase causó la molestia del Secretario de Estado, quien usando la misma red social aseguró haber revisado múltiples referencias sobre los efectos de los gases, aunque no señaló haber encargado estudios al respecto como había anunciado originalmente.

“Qué lastima (las) opiniones de (un profesional) sin fundamento. Recibí y estudie muchos informes, (por ejemplo) de la OMS, FAS, MINSAL, pedí certificados al fabricante, etcétera. Ante la duda, protegí a los ciudadanos suspendiendo (su uso). ¡Más rigor!”, escribió en dos tuiteos seguidos.

Discusión en Twitter

Discusión en Twitter

“Ante una advertencia, inmediatamente resolví suspender. Luego estudiar. Me parece la secuencia lógica”, concluyó minutos más tarde.

En tanto, fuentes policiales que hablaron a condición de no ser identificadas públicamente, dijeron que Carabineros tiene los resguardos legales necesarios porque, de ser como estiman algunos detractores, el Fisco podría enfrentan demandas por pagos de millonarias indemnizaciones.

Sin embargo reconocieron que las lacrimógenas, por especificación técnica, no deben usarse en sitios cerrados sino siempre al aire libre y aseguraron que las concentraciones de gases como el ortoclorobenzilidenmalononitrilo, conocido como CS, que pueden liberar ácido cianhídrico, son a porcentajes muy bajos y con el propósito de causar molestias, pero no daño permanente, de toda suerte que también las fuerzas policiales y vecinos que viven en los lugares donde se usan sufren las consecuencias.

Finalmente, el toxicólogo de la Universidad de Chile, Andrei Tchernitchin, quien realizó un estudio que asegura que las bombas lacrimógenas pueden ser abortivas, cuestionó la decisión del Gobierno.

El experto dijo que ningún estudio científico puede realizarse en tan pocos días.