La petrolera británica BP anunció este viernes que recibirá 1.065 millones de dólares (742 millones de euros) de una filial del grupo japonés Mitsui, copropietaria del pozo causante de la marea negra en el golfo de México, como participación a los costes derivados de la catástrofe.

En un comunicado, BP informó que alcanzó un acuerdo amigable con Moex Offshore, filial de Mitsui and Co, para solucionar “los litigios entre las dos compañías relacionados con el accidente de la plataforma Deepwater Horizon”, que estalló en abril de 2010 en el golfo de México.

Según los términos del acuerdo, Moex Offshore USA pagará 1.065 millones de dólares a BP. La suma “se agregará inmediatamente el fondo de 20.000 millones de dólares” creado para indemnizar a las víctimas de la catástrofe y cubrir los costes de limpieza, según el grupo británico.

Moex Offshore posee una participación del 10% del pozo Macondo, en que el que se originó el derrame.

La explosión y posterior naufragio de Deepwater Horizon frente a las costas de Luisiana causó 11 muertos y la peor catástrofe ecológica de la historia de Estados Unidos.

BP exigió en noviembre 1.900 dólares la filial de Mitsui and Co, evaluando su porcentaje en el gasto de la marea negra. Pero el grupo japonés se negó a pagar al estimar que el monto era demasiado elevado.

Este compromiso “no es un reconocimiento de responsabilidades de ninguna de las partes en el accidente”, subrayó la petrolera británica recordando la tesis según la cual las responsabilidades deben ser compartidas entre varios actores, entre ellos el grupo Transocean, propietario de la plataforma y de la empresa estadounidense de servicios petroleros Halliburton.

La catástrofe ya costó más de 40.000 millones de dólares a BP, incluidos los 20.000 millones de fondo de compensación pedido por la administración estadounidense.

Para pagarlo, el grupo lanzó un amplio programa de cesión de activos por valor de 30.000 millones de dólares, del que ya ha cumplido más del 80%.

El anuncio de un acuerdo amigable con Mitsui es una de las escasas buenas noticias para BP, cuyo ambicioso acuerdo con Rosneft para explorar el Ártico ruso fracasó esta semana.