El director del FMI, Dominique Strauss-Kahn, acusado de intento de violación y agresión sexual a una empleada de hotel, espera que un jurado popular resuelva si lo inculpa formalmente, tras pasar su primera noche en la cárcel de Rikers Island de Nueva York.

Un “gran jurado” integrado por 23 personas debe reunirse “en un plazo de tres días” secretamente y en ausencia de un juez luego de la audiencia celebrada el lunes en el Tribunal en lo Penal de Nueva York para ser informado de las pruebas de la fiscalía y tomar una decisión.

En caso de ser inculpado, el jefe del FMI deberá comparecer ante un juez el viernes 20 de mayo. En esa audicencia deberá declararse culpable o inocente de los cargos tras la denuncia presentada el sábado por una empleada de 32 años del hotel Sofitel de Nueva York.

La detención de Strauss-Kahn sacudió a todo el espectro político francés a un año de las presidenciales, para las cuales se perfilaba como candidato del Partido Socialista y principal favorito.

El escándalo también creó incertidumbre en el FMI, que debe dirigir la respuesta a la crisis de la deuda soberana de varios países europeos.

El socialista francés de 62 años niega las acusaciones, pero una jueza del Tribunal en lo Criminal de Nueva York rechazó el lunes su liberación bajo fianza, por lo que fue trasladado a la inmensa cárcel de Rikers Island.

El jefe del FMI dispone de una celda individual y no está en contacto con los otros presos, dijo un portavoz de la cárcel.

“No estará en contacto con los otros presos. Eso no quiere decir que estará siempre en su celda. Eso quiere decir que cuando salga irá acompañado por un guardia”, agregó.

Strauss-Kahn fue detenido el sábado por la tarde a bordo de un avión de Air France a punto de volar a Francia, y llevado en un primer momento a una comisaría de Harlem.

La fiscalía lo inculpó de siete cargos, entre ellos acto sexual criminal, tentativa de violación y retención ilegal de una “mujer negra de 32 años”, según la policía.

La jueza invocó un riesgo de fuga para ordenar que permaneciera detenido, rechazando la propuesta de los abogados defensores de pagar una fianza de un millón de dólares.

Contrariamente a lo que hubiese ocurrido en un tribunal federal, donde la televisión y los fotógrafos no tienen acceso a la sala de audiencia, en esta ocasión las imágenes de Strauss-Kahn, abatido y mal afeitado, dieron la vuelta al mundo.

Para la defensa “esta batalla acaba de comenzar”, dijo Benjamin Brafman, uno de sus abogados.

Según el relato de los investigadores, la víctima entró el sábado al mediodía en la habitación 2806 del hotel, creyendo que estaba vacía, cuando en realidad Strauss-Kahn estaba duchándose.

Al salir de la ducha el acusado “se acercó a ella por detrás y la tocó de manera inconveniente”, tras lo cual “la obligó a cometer un acto sexual”, agregaron.

La fiscalía sostuvo el lunes que Strauss-Kahn abandonó precipitadamente el hotel para ir al aeropuerto JFK de Nueva York.

Pero el abogado Brafman dio una interpretación diferente de la prisa de su cliente. “Se apresuraba porque tenía una cita para almorzar”, dijo Brafman, que fue abogado del cantante Michael Jackson.

Brafman dijo que en su momento aportará el testimonio de la persona que almorzó con Strauss-Kahn, que arriesga una condena de 15 a 74 años de cárcel.

Otra posible línea de defensa, según la prensa local, es que el encuentro sexual hubiese sido consentido. El New York Post cita una “fuente cercana a la defensa” que afirma que “pudo haber habido consentimiento”.

Los investigadores, sin embargo, dicen tener evidencia física, incluyendo un examen médico efectuado inmediatamente después del incidente que muestra un intento de violación.

En Francia, en tanto, la derecha comenzó el martes a endurecer el tono, mientras que la izquierda llamaba a respetar la presunción de inocencia.

El primer ministro francés, el derechista Francois Fillon, afirmó que si se “confirman” las acusaciones por intento de violación se trataría de “un acto muy grave que no tiene ninguna excusa”, según indicaron responsables de su partido UMP.

De su lado, y al término de una reunión de su Consejo de Administración el lunes, el FMI anunció que no tomó ninguna decisión sobre el futuro de su director gerente (nombrado en setiembre de 2007 por cinco años) y que seguirá los acontecimientos.

El estadounidense John Lispky, primer adjunto de Strauss-Kahn, quedó interinamente al frente de la institución.