Al menos ocho personas murieron el viernes y el sábado en Siria por disparos de las fuerzas de seguridad a pesar de las consignas del régimen de no abrir fuego contra los manifestantes y del llamado al “diálogo nacional” de la víspera, a dos meses de iniciadas las protestas.

Al menos tres personas murieron el sábado y varias resultaron heridas en Tall Kalaj, cerca de Homs (centro), por disparos de las fuerzas del orden, indicó un testigo a la AFP.

“Las fuerzas del orden que rodean desde la mañana Tall Kalaj disparan con armas automáticas. Al menos tres personas murieron y varias resultaron heridas”, indicó el testigo.

Miles de personas habían manifestado el viernes en esta localidad cercana a Homs, tercera ciudad de Siria a 160 km al norte de Damasco.

Consecuencia de la represión, varios centenares de sirios huyeron el sábado Tall Kalaj para el pueblo vecino de Wadi Jaled, en el norte del Líbano, según un corresponsal de la AFP y responsables locales.

“Más de 500 personas cruzaron la frontera desde las 07H00 (04H00 GMT), en su mayoría mujeres y niños”, declaró el consejero municipal Mahmud Jazaal que precisó que se podían escuchar disparos intermitentes provenientes de Siria.

Según un corresponsal de la AFP algunos refugiados tenían heridas de bala y al menos cinco fueron trasladados hacia hospitales libaneses.

El viernes, cinco personas murieron en Siria por disparos de las fuerzas de seguridad desplegadas masivamente, según un activista de defensa de los derechos humanos.

Tres murieron en Homs y dos en Damasco. En el barrio Qabun, a la salida de la mezquita Abu Bakr, en la capital siria, los fieles fueron golpeados con bastones y luego hubo disparos, precisó.

Una novena persona, una mujer, murió el viernes a causa de sus heridas en la localidad de Hara, cerca de Deraa, a 100 km al sur de Damasco. Fue herida unos días antes en una operación del ejército en esta localidad, indicó el militante para quien “la situación es trágica” en las regiones en donde se desplegó el ejército.

Por otra parte las detenciones de militantes continúan, según el presidente del Observatorio sirio de Derechos Humanos, Rami Abdel Rahman, con sede en Londres.

Una patrulla de los servicios de seguridad detuvo el viernes a una abogada de derechos humanos, Catherine Talli, cuando se encontraba a bordo de un minibús en Barze, un barrio de Damasco.

El militante Wael Hamada, marido de la conocida abogada de derechos humanos Razane Zituna, fue detenido el miércoles en Damasco en su lugar de trabajo, según Abdel Rahman.

El ministro de Información, Adnan Mahmud, anunció el viernes la apertura de un diálogo nacional para sacar al país de la crisis, así como el retiro gradual del ejército de los focos de protesta de Banias (noroeste) y Deraa.

Un militante indicó que en Banias “los tanques se retiraron del centro de la ciudad pero los soldados y las fuerzas de seguridad están aún presentes”.

Según organizaciones no gubernamentales, la represión en Siria dejó unos 700 muertos y miles de arrestos desde que comenzaron las protestas a mediados de marzo, suscitando críticas a nivel internacional.