El intendente (s) de la Región del Bío-Bío, Francisco Ibieta, inauguró este viernes un nuevo recinto para el Centro Comunitario de Salud Familiar y participó del inicio de la instalación de 80 viviendas en caleta Tubul de la provincia de Arauco, proyectos que para la autoridad “contribuyen de manera concreta a la reconstrucción de una localidad que fue tan seriamente dañada” tras el 27/F.

El Centro de Salud involucró una inversión de 92 millones de pesos en infraestructura y equipamiento, financiados por el Servicio de Salud Arauco y la municipalidad de esta comuna. Hace años esta zona contaba sólo con una posta y antes de febrero del año pasado se había inaugurado un recinto que no alcanzó a entrar en funciones por el maremoto.

Producto de esto, durante un año los habitantes de la caleta Tubul fueron atendidos en un templo evangélico y en las mismas viviendas de emergencia instaladas para los damnificados, pero a partir de este viernes cuentan con dependencias para un total de 2 mil 700 usuarios.

El intendente (s) señaló que “esta visita a la provincia de Arauco me da la oportunidad de demostrar con hechos tangibles que la tarea de la reconstrucción está dentro de nuestras prioridades y que, por más trabajo que nos demande volver a poner de pie a la Región del Bío-Bío, vamos a seguir concentrando todos nuestros esfuerzos en ello”.

El alcalde de Arauco, Mauricio Alarcón, felicitó el trabajo que ha desarrollado el personal de salud en el cuidado de la comunidad y agradeció la comprensión de los mismos habitantes de la caleta, “a la espera de que se reanudara la atención en las condiciones que a partir de hoy permitirá el nuevo edificio inaugurado”.

Concluida esta ceremonia, las autoridades se trasladaron a la calle Prat, donde pusieron la primera piedra de un total de 80 viviendas tsunami resistentes, que involucran una inversión del Ministerio de Vivienda de $1.700 millones de pesos.

Se trata de casas de 52,5 metros cuadrados de dos pisos, el primero de hormigón armado y el segundo de madera, las que incluyen estar, comedor, cocina, baño y tres dormitorios.

La presidenta del Comité Ribera del Río, Mónica Ramírez, manifestó su alegría por el comienzo de lo que será su nueva casa y recordó que antes del terremoto habitaba una construcción de dos pisos que a raíz del maremoto llegó a tener un metro y medio de agua.

Finalmente, Francisco Ibieta, dijo que “estamos convencidos de que cada una de las familias que vivirá en estas nuevas casas encontrará en ellas la seguridad necesaria para reconstruir su hogar y con ello nos sentimos satisfechos y contentos de haber cumplido como Gobierno y como autoridades responsables y concientes de su deber hacia la comunidad”.