Estados Unidos condenó este viernes el “atroz atentado” que provocó la muerte de 80 personas en el noroeste de Pakistán y subrayó la importancia de continuar la colaboración entre los países para “desmantelar a Al Qaida y sus afiliados”.

“Este es un atroz atentado”, señaló el portavoz del departamento de Estado.

“Lo único que hace es mostrar la amenaza existencial que ese tipo de organizaciones extremistas representa para Pakistán, y pone de relieve porqué es tan importante que continuemos trabajando juntos para derrotar y desmantelar a Al Qaida y sus afiliados”, agregó.

Al menos 80 personas murieron este viernes en un doble atentado suicida perpetrado contra un centro paramilitar de la policía en el noroeste de Pakistán y reivindicado por los talibanes como su “primer ataque” para vengar la muerte de Osama bin Laden.

Estos insurgentes islamistas, afiliados a Al Qaida y autores de una campaña de atentados muy sangrientos en Pakistán, ya habían amenazado con represalias contra Islamabad y sus fuerzas de seguridad, a los que acusan de complicidad en el ataque de un comando estadounidense que mató a Bin Laden hace 11 días en el norte del país.