Un refrán popular entre los ingenieros informáticos dice que la forma más segura de enviar datos entre 2 puntos, es sobre una camioneta. Y al parecer, el difunto cabecilla del grupo terrorista Al-Qaeda, Osama Bin Laden, compartía el mismo concepto.

Durante los más de 10 años que duró su intensa búsqueda, los servicios de inteligencia de Estados Unidos se preguntaron cómo hacía el líder fundamentalista para comunicarse a través de Internet sin poder ser rastreado. Un misterio que sólo logró ser resuelto tras allanar el complejo que ocupaba antes de su muerte en la ciudad pakistaní de Abbottabad.

Allí, los agentes descubrieron que Bin Laden usaba un sistema tan simple como eficaz: escribía todas sus comunicaciones en una computadora portátil sin servicio telefónico ni conexión a la red. Posteriormente, sus correos eran guardados en una pequeña memoria USB (pendrive), la que era confiada a sus mensajeros.

Estos viajaban hasta cibercafés públicos muy distantes del lugar, desde donde enviaban los mensajes. Al mismo tiempo, recibían y guardaban la correspondencia en el mismo dispositivo portátil y repetían el ciclo, llevándola de vuelta hasta el escondite del jefe saudí, recoge el portal de noticias Emol.

El grupo de comandos que dio muerte a Osama Bin Laden encontró cerca de 100 unidades de memoria con información de Al-Qaeda. Estos representan un verdadero tesoro para el departamento de inteligencia, a fin de conocer la ramificación de la organización terrorista y los planes recientes para sus actividades.

Por ejemplo, los funcionarios ya detectaron que -contrario a lo que suponían- Bin Laden seguía a cargo de muchas de las operaciones en curso del grupo, en vez de delegarlas en su segundo al mando, Ayman al-Zawahri.