El historial de derechos humanos de Estados Unidos se ha visto manchado por detenciones por tiempo indeterminado en la base de Guantánamo y en Afganistán, y por un sistema de pena capital defectuoso, dijo el viernes Amnistía Internacional.

En su informe anual mundial sobre derechos humanos, la organización con sede en Londres señaló que las autoridades estadounidenses ejecutaron a 46 personas durante el año pasado, pese a las dudas en algunos casos sobre la culpabilidad de los acusados y, en otros, sobre la representación legal o deterioro mental.

En el centro de detenciones en una base naval estadounidense en en la Bahía de Guantánamo, Cuba, 174 hombres seguían detenidos a finales de 2010, “entre ellos tres que habían sido condenados en virtud de un sistema de comisiones militares que no cumplió con las normas internacionales de juicio justo”, señala el informe.

“Decenas de hombres se mantuvieron en detención militar indefinida en Guantánamo, mientras el plazo de un año para el cierre del centro que dio (Barack) Obama pasó de largo”, agregó.

“Procesos ante comisiones militares se llevaron a cabo en un puñado de casos, y el único preso de Guantánamo hasta ahora trasladado a tierra firme para su enjuiciamiento en una corte federal fue juzgado y condenado”.

Adicionalmente, el informe denunció que “cientos” han sido detenidos en la base aérea estadounidense de Bagram, en Afganistán, sin el debido proceso y algunos han sido “sometidos a torturas u otros malos tratos, como el aislamiento prolongado, privación del sueño y exposición a temperaturas extremas”.

Amnistía dijo que las autoridades de Estados Unidos “bloquearon esfuerzos (de terceros) para asegurar responsabilidades y reparación por los crímenes de derecho internacional cometidos contra los detenidos previamente sometidos a una detención secreta por parte de Estados Unidos y al programa de rendición”.

El informe añadió que existen dudas sobre “crímenes de derecho internacional de tortura y desaparición forzada” bajo el programa de la CIA, que enviaba a los detenidos de un estado a otro “mediante mecanismos que pasan por alto el debido proceso administrativo y judicial”.

También apuntó que el ex presidente George W. Bush reconoció en sus memorias que “había autorizado personalmente ‘técnicas mejoradas de interrogatorio’ a ser usadas por la CIA con detenidos bajo custodia secreta”.

En otras críticas a Estados Unidos, Amnistía manifestó que era motivo de preocupación el uso excesivo de la fuerza para la aplicación de la ley, con un saldo de 45 personas muertas durante el año pasado tras ser golpeadas por la policía “Taser”, con lo que suman 450 muertos desde 2001.

El organismo también expresó su preocupación por una ley migratoria aprobada en Arizona que podría permitir a la policía exigir pruebas de estatus legal, y manifestó temor a que aumente el “perfil racial”.

Apuntó además que “cientos de mujeres continúan muriendo por complicaciones relacionadas con el embarazo que son prevenibles” debido a la falta de cobertura de salud.