Google apelará ante la máxima autoridad judicial suiza una decisión de un tribunal helvético que podría, según el gigante estadounidense, obligarle a cerrar su servicio de internet Street View en la Confederación, anunció el miércoles.

“Google va a presentar un recurso ante el Tribunal Federal contra el fallo del Tribunal Administrativo Federal (TAF) para que se pueda seguir ofreciendo Street View en Suiza”, según un comunicado.

En un fallo de principios de abril, el TAF estimó que Google debe “vigilar que todos los rostros y las matrículas de los vehículos sean irreconocibles antes de la publicación de las imágenes en internet”.

“Cada cual tiene el derecho a su propia imagen” y “en principio, está prohibido fotografiar a nadie sin su consentimiento”, recordó el tribunal, que instó a Google a que “garantice” el anonimato de las personas fotografiadas ante “instalaciones sensibles”.

Google, que explica que ya distorsiona automáticamente los rostros y las placas de matrículas con un programa, estima que la decisión del TAF amenaza con provocar el cierre de Street View en Suiza, donde más de 1.000 empresas y asociaciones han integrado esta herramienta a su sitio internet.

El TAF “exigió varias modificaciones radicales a Street View en Suiza. Si se obliga a Google a aplicar esta directiva, desgraciadamente se vería obligado a cerrar este servicio” en la Confederación, precisó el grupo.

“El 99% de las personas en Street View en Suiza no son reconocibles”, insistió en una conferencia de prensa telefónica Peter Fleischer, responsable de Google para la protección de la vida privada.

El fallo de TAF “nos obliga a garantizar que el 100% de los rostros y las placas no puedan identificarse. Esto simplemente no es posible”, subrayó, agregando que una distorsión manual tampoco permite cumplir este objetivo.

Lanzado en 2007, Street View proporciona vistas panorámicas en tres dimensiones de las calles y permite a los usuarios desplazarse por ellas virtualmente, pero este servicio ha originado problemas en varios países.

En mayo de 2010, Google reconoció que los vehículos que recorrían las calles para tomar fotos habían recogido involuntariamente datos personales transmitidos por Wi-Fi en la calle.

En Francia, la Comisión Nacional de la Informática y de las Libertades (CNIL) multó con 100.000 euros a Google por haber colectado datos privados con Street View, mientras que en Bélgica, el grupo fue objeto de una investigación judicial por las mismas razones.

En Alemania, Google lanzó en noviembre de 2010 una versión abreviada de Street View, pese a las enormes protestas.