Estados Unidos quiere establecer con China reglas sobre el uso del espacio, informó este miércoles un responsable del gobierno de Barack Obama preocupado por una posible escalada en este sector entre las dos potencias.

China tomó por sorpresa a Estados Unidos en 2007 al convertirse en el tercer país del mundo en derribar uno de sus propios satélites, durante un ensayo inédito desde la Guerra Fría entre Washington y Moscú más de 20 años antes.

Gregory Schulte, un alto responsable de la administración estadounidense encargado de la defensa espacial, describió las inversiones realizadas por China en este sector como “asombrosas” y recordó que durante una serie de conversaciones con interlocutores chinos pidió “normas de conducta” en esta materia.

“Les dijimos que estábamos preocupados, particularmente en período de crisis, por la posibilidad de que un malentendido referido al espacio provoque una escalada imprevista que no sería de interés para ninguno de nuestros países”, dijo frente a una comisión del Congreso consagrada a informes de China y Estados unidos en materia de economía y seguridad.

El ensayo chino en 2007 esparció restos en el espacio. En ese sentido, el ejército estadounidense publicó solo en 2010 no menos de 700 advertencias para prevenir las colisiones entre restos espaciales y satélites, incluidos los chinos.