Durante la jornada de ayer se aprobó la construcción del proyecto termoeléctrico Hidroaysén. La decisión estuvo a cargo de 11 autoridades que votaron tras la discusión llevada a cabo por Comisión de Evaluación Ambiental en el SEA de Coyhaique.

Las reacciones de la ciudadanía fueron inmediatas, cientos de personas salieron a las calles a protestar contra esta iniciativa que costará 3.200 millones de dólares y contempla la construcción de embalses sobre dos ríos de aguas cristalinas, que inundarán unas 5.900 hectáreas -gran parte de ellas vírgenes- para generar unos 2.750 megavatios (MW).

Ante esto, Tomás Mosciatti realiza un análisis de esta decisión, explicando algunas de las consecuencias que traerá.