Israel festejó el martes el 63º aniversario de su creación, mientras miles de sus ciudadanos árabes conmemoraron la “Nakba”, “catástrofe” que representó para ellos el éxodo de sus allegados tras la emergencia del Estado hebreo.

La “Jornada de la Independencia” celebra cada año, según el calendario hebraico, la proclamación del Estado el 14 de mayo de 1948 en Tel-Aviv.

Los árabes israelíes y los palestinos conmemoran por su parte la “Nakba” (catástrofe en árabe), alrededor del 15 de mayo, el aniversario del fin del mandato británico en Palestina el 15 de mayo de 1948.

La fiesta nacional en Israel, acompañada por una parada aérea y naval, fue iniciada el lunes por la noche en el Monte Herzl en Jerusalén oeste, en presencia del primer ministro Benjamin Netanyahu y la clase política.

El presidente del Estado Shimon Peres llamó el martes a la juventud a “trabajar por la paz, por un Israel democrático en un Oriente Medio democrático, por un Israel cuyos ciudadanos sean tratados de la misma forma sin diferencia de religión o pertenencia nacional”, según un comunicado oficial.

Recibió mensajes de felicitaciones, en especial de los presidentes estadounidense, ruso y francés, respectivamente Barack Obama, Dmitri Medvedev y Nicolas Sarkozy, así como del papa Benedicto XVI.

En el norte de Israel, varios miles de árabes israelíes, mostrando banderas palestinas y algunos las llaves de sus casas destruidas, celebraron la “Nakba” yendo a los sitios de ambas ciudades destruidas en 1948 por las fuerzas judías, Rweiss y Al Damun, según los periodistas de l’AFP.

Durante la guerra de 1948, más de 760.000 palestinos fueron obligados al éxodo por el avance de las fuerzas judías o expulsados de sus casas. Cerca de 400 poblados fueron destruidos.

La comunidad de los árabes israelíes, descendientes de los 160.000 palestinos que se quedaron en sus tierras, cuenta más de 1,3 millones de personas, o sea cerca del 20% de la población total de Israel y se queja de discriminaciones.