La Corte Europea de Derechos Humanos rechazó el martes el recurso presentado por el ex jefe de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), Max Mosley, contra Gran Bretaña por no haber sido informado de la publicación de una información que lo afectaba.

Los medios de comunicación no tienen la obligación de advertir a los individuos que van a publicar una información sobre ellos, dictaminó el martes la Corte Europea de Derechos Humanos (CEDH).

El fallo de la Corte, que puede ser apelado, indica que la ausencia de obligación de notificación previa en el derecho británico no constituye “una violación” del derecho al respeto de la vida privada.

Mosley había estado implicado en un escándalo sexual revelado en marzo de 2008 por el semanario británico News of the World que había publicado fotos y vídeos de escenas sadomasoquistas.

La Alta Corte de Londres había condenado a la sociedad editora del semanario por daños y perjuicios (60.000 libras, unos 76.000 euros de la época) a Mosley, pero estableció al mismo tiempo que la publicación no estaba obligada a advertirlo previamente sobre la publicación de nuevos artículos.

Ante esa negativa, Mosley presentó un recurso ante la Corte Europea considerando que la decisión de la Alta Corte de Londres violaba su derecho a la vida privada, impidiéndole pedir ante la justicia la no publicación de artículos comprometedores.

Mosley “no puede pretender más ser víctima de una violación” de su derecho a la vida privada en la medida en que la justicia británica había condenado a la sociedad editora”, indicaron los jueces de la CEDH.

“La vida privada de personas públicas se ha convertido en un producto muy lucrativo para algunos medios”, pero “la publicación de informaciones sobre esas personas (…) se beneficia incontestablemente de la protección del artículo 10″ de la Convención de Derechos Humanos sobre la libertad de expresión, sostuvo el fallo de la Corte.

Tras conocer el fallo, Mosley dijo a la BBC que creía que la “libertad de expresión sólo es necesaria cuando se trata de un asunto que el público debe conocer”.

“Artículos sobre escapadas sexuales de las personas no son del interés público a menos que afecten a sus actividades públicas o al interés nacional”, añadió.

Mosley señaló que es posible que recurra la decisión. “Con los asuntos privados, la dificultad está en que una vez que algo es publicado no se puede anular. El asunto se conoce, está en la memoria de la gente y se puede ganar en la justicia luego, pero eso se queda en el público y no hay remedio”, lamentó.

Este fallo será seguramente bien recibido por la prensa británica, cuyos medios han criticado de manera reiterada las limitaciones impuestas por la legislación y el hecho de no poder publicar los nombres de las personas que solicitan judicialmente que no se publiquen determinados asuntos.

Este último asunto está de actualidad en el Reino Unido, después de la publicación en la red de mensajería de internet Twitter de los nombres de varias personalidades que habrían obtenido esos mandatos judiciales.

Según el primer ministro británico, David Cameron, corresponde al Palarmento decidir un equilibrio entre la libertad de prensa y el respeto a la vida privada.