Los juicios contra el ex mandatario hondureño Manuel Zelaya están “enterrados”, pero él no regresa al país porque “mentalmente” cree que lo están persiguiendo, aseguró este lunes el presidente Porfirio Lobo.

“La Fiscalía (Ministerio Público), al desistir del amparo, igual que lo hace la Procuraduría (que representa judicialmente al Estado)… esos juicios quedan enterrados”, declaró el gobernante a periodistas en su residencia en El Chimbo, 5 km al noreste de la capital.

“Aquí nadie es libre de hacer lo que le de la gana”, dijo Lobo, pero a Zelaya “nadie lo está persiguiendo. Hombre, nadie! Mentalmente esa (es) persecución de él”, agregó.

Lobo ha abogado por el regreso de Zelaya de su exilio en República Dominicana para que Honduras pueda reintegrarse a la Organización de Estados Americanos (OEA) en la asamblea programada para junio en San Salvador.

Honduras fue marginada de la OEA tras el golpe de junio de 2009 que derrocó a Zelaya, quien luego fue acusado de corrupcióon y abuso de funciones. El retorno del país centroamericano al organismo hemisférico le permitiría volver a tener acceso a créditos y ayuda internacionales.

Tras la anulación de los juicios, Zelaya dijo en una entrevista con el canal 11 de la televisión hodureña que no planeaba regresar al país porque aún “se obstaculiza mi retorno al mantenerme sometido a coacción y amenazas a mi libertad”.

La Fiscalía de Honduras aceptó el viernes el fallo del 2 de mayo de la Corte de Apelaciones que, por irregularidades de procedimiento, anuló los juicios por supuesta corrupción y abuso de autoridad contra Zelaya.

El fiscal general Luis Rubí había anunciado el viernes que no interpondría el amparo, aunque no descartó presentar nuevas acciones, pues aseguró que la anulación de los juicios contra Zelaya no cierra definitivamente la causa penal en su contra.

Este lunes, el fiscal René Aceituno se presentó en la Corte de Apelaciones para asentar que no presentarían el amparo porque la resolución del 2 de mayo “está ajustada a derecho”.

La procuradora general de la República, Ethel Deras, compareció este mismo lunes ante la Corte de Apelaciones para anunciar que desistía de presentar el amparo porque “demoraría aproximadamente de un año y medio a dos años” en ser resuelta.