El departamento de Opinión Pública del Arzobispado de Santiago aseguró este lunes que la casa para los arzobispos eméritos de la arquidiócesis, cuya adquisición se conoció recientemente, fue comprada con dineros que se donaron expresamente para esos fines.

“La Arquidiócesis de Santiago no tenía un lugar de residencia para sus arzobispos eméritos, dado que la propiedad existente para ello en el pasado, ocupada por el Cardenal Raúl Silva Henríquez, en calle Los Pescadores de Ñuñoa, se había vendido hace más de quince años”, explicaron en una declaración.

Además precisaron en el texto que “en el año 2009, el Instituto Casa del Clero San Juan Evangelista, fundación canónica del Arzobispado de Santiago, recibió una donación con el deseo expreso del donante que se empleara en la adquisición de una vivienda y oficina de trabajo para los arzobispos eméritos de Santiago”.

Luego de que el departamento de Arquitectura y Construcción del Arzobispado de Santiago recibiera en diciembre de 2010 el encargo de la mencionada Fundación para la búsqueda de un lugar adecuado, “por una deferencia a quien va a ser uno de sus primeros moradores, se invitó al Cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa a conocer la propiedad”, acotó el texto.

La vivienda de 260 metros cuadrados ubicada en calle Suecia 2028, en la comuna de Providencia, tuvo un costo aproximado de 240 millones de pesos según publicó el diario electrónico El Mostrador y “la ejecución de las obras de reparación necesarias en una casa antigua, estuvieron supervisadas por el Departamento de Arquitectura y Construcción del Arzobispado de Santiago, por encargo expreso de la Fundación Instituto Casa del Clero San Juan Evangelista”, aseguró el comunicado de la Iglesia de Santiago.