El opositor cubano Juan Wilfredo Soto, sepultado este domingo en la central ciudad de Santa Clara, murió de una “pancreatitis aguda e insuficiencia renal” y no presentaba signos de violencia, según un médico citado por un blog oficialista.

La versión de los opositores señala que Soto habría sido golpeado brutalmente el jueves, después de que dos policías le pidieron abandonar un céntrico parque de Santa Clara, donde luego fue internado en un hospital.

El hombre, de 46 años, “llegó al hospital descompensado por una pancreatitis aguda que desencadenó todo un proceso complejo que el paciente no superó”, dijo el médico Rubén Aneiro, del hospital de Santa Clara (280 km al este de La Habana), citado por un blog oficialista (www.yohandry.com).

Aneiro, médico de la sala de cuidados intermedios de ese centro, informó a otra bitácora oficialista (http://cubainformacion.tv), que Soto no presentaba “signos de violencia física”.

Según el médico, además de las enfermedades que le causaron la muerte, el opositor “estaba aquejado de diabetes, hipertensión y una miocardiopatía dilatada”, lo que complicó su situación.

Yohandry también dijo que un familiar de Soto, que no identificó, dijo que “se está tratando de mostrar este caso como un asesinato”, pero “él estaba muy enfermo” y “no fue golpeado por la policía”.

Según el blog, la policía de Santa Clara dijo que el opositor “no fue golpeado en ningún momento”, como denunciaron este domingo miembros de la disidencia interna y “que las complicaciones de distintas enfermedades le provocaron la muerte”.

Yohandry adelantó que las autoridades “podrían mostrar un video con declaraciones” de familiares, policías y médicos con “detalles sobre los verdaderos motivos de la muerte” de Soto, sepultado este domingo en el cementerio de Santa Clara.

El gobierno, que considera a los opositores mercenarios de Estados Unidos, hasta ahora no se pronunció sobre la denuncia que hicieron los opositores Guillermo Fariñas, Elizardo Sánchez, Marta Beatriz Roque y la bloguera Yoani Sánchez.