Unos 400 manifestantes que protestaban por el mortífero enfrentamiento del sábado entre musulmanes y cristianos en el que murieron doce personas, pelearon este domingo con “bandidos”, informaron fuentes de seguridad.

Los manifestantes, que pertenecen a las dos confesiones, musulmana y copta, se reagruparon por la tarde delante de la Corte Suprema de El Cairo antes de emprender una marcha por la unidad nacional en el centro de la ciudad. Fue entonces que decenas de personas llegadas de un barrio vecino les lanzaron piedras.

Los dos grupos intercambiaron golpes y piedras y luego se dispersaron. Los manifestantes se reagruparon luego delante del edificio de la radio y televisión.

Los manifestantes, algunos de ellos con crucifijos y imágenes de la virgen María, habían decidido congregarse este domingo tras los enfrentamientos de la víspera en el barrio popular de Imbaba que dejaron doce muertos (cuatro cristianos coptos, seis musulmanes y dos personas no identificadas) y 232 heridos.

El gobierno egipcio aseguró el domingo que actuaría con “mano de hierro” para defender la seguridad del país y tomaría medidas contra los ataques en los lugares de culto.

El ejército egipcio, a cargo del país desde la renuncia de Hosni Mubarak, anunció que 190 personas detenidas serán presentadas ante los tribunales militares.

Los principales enfrentamientos del sábado se produjeron cuando musulmanes atacaron la iglesia cristiana copta de Santa Mina con la intención de liberar a una mujer cristiana que estaba, según ellos, detenida tras haber querido convertirse al islam.