El fútbol es considerado el “deporte rey” debido a que concita una gran atención de la prensa y de la gente. Según datos de la FIFA, en él participan unas 270 millones de personas, lo que lo convierten en uno de los deportes más populares del mundo.

Por lo anterior, no extrañó el anuncio del Presidente Piñera del pasado lunes 2 de mayo del proyecto Chilestadios que contempla una inversión de 170 millones de dólares en recintos de fútbol.

En la oportunidad, el mandatario señaló que “la idea es que este proyecto ayude a transformar a Chile en un país de deportistas. Queremos duplicar a los deportistas chilenos que ahora son alrededor de dos millones de personas”.

Conocida la noticia, surgieron las reacciones de inmediato desde otros deportes, lamentando que la millonaria inversión no les alcance.

El presidente de la Federación de Hockey sobre Césped, Esteban Geyger señaló en exclusiva para ESPN Radio Bío-Bío Deportes, que “es bueno para el deporte, pero también hay que ser justos para los no tienen infraestructura, para los deportes federados, entre otras cosas”.

“Lamentablemente seguimos endiosados con el tema del fútbol, yo diría que esto es imagen corporativa. Me da rabia cuando hay deportes que no tienen la infraestructura como la nuestra”, sentenció.

Y tiene toda la razón, el “deporte rey” acapara toda la atención tanto de la gente como medios de comunicación. Sí, también hay que hacer una autocrítica como prensa que no le damos mayor cobertura a otros deportes ajenos al balompié. ¿Razones? pocas ¿justificaciones? algunas, quizás demasiadas.

El punto es que hay otros deportes que no tienen la figuración pública que necesitamos para ser un “país de deportistas” como lo señaló el Presidente, quien se equivoca rotundamente si pretende que sólo remodelando estadios logrará ese objetivo.

Las políticas de gobierno han sido equivocadas en ese sentido, y no sólo el actual, también les cae el sayo a la Concertación.

Es vergonzoso recordar que Tomás González, el mejor gimnasta de todos los tiempos, haya tenido que recibir ayuda de un filántropo como Leonardo Farkas para entrenar como es debido.

Creo que las políticas relativas al deporte deben ir de la mano con la educación, para terminar con el sedentarismo y la obesidad en los niños, junto con preparar deportistas que no dependan de los resultados para dedicarse profesionalmente a la actividad.

¿Y qué hacemos con el fútbol? Dejemos que los dirigentes se encarguen del tema con los millones que ganan por concepto de entradas, sponsors, beneficios del CDF, ventas de jugadores y otros. El Gobierno no debería inmiscuirse en eso, a menos que existan otros intereses, tal como lo señaló Esteban Geyger, relacionados con una “imagen corporativa”.

Actualmente el deporte gira en torno a un gigante a cuya sombra conviven otras disciplinas que nos han dado más triunfos que el fútbol. Es tarea de todos cambiar esta situación.