El presidente de Ecuador, Rafael Correa, rechazó que el referendo de este sábado sobre reformas a la justicia y para regular a la prensa sea una “prueba para su gobierno” o que constituya un proyecto totalitario, como denuncia la oposición.

“No es una prueba para el gobierno, son los instrumentos para poder salir adelante”, dijo el mandatario socialista a reporteros antes del inicio del proceso electoral.

Durante la campaña, el mandatario socialista pidió a los ecuatorianos que le den un “voto de confianza” apoyando la consulta, en la que plantea, además, prohibir las corridas de toros y los juegos de azar, así como penar el enriquecimiento ilícito privado y la no afiliación de trabajadores a la seguridad social.

“Se quiso decir que era totalitarismo consultar al pueblo ecuatoriano; totalitarismo es el Estado que hace las cosas a la fuerza, nosotros la hacemos en democracia, con base en el voto popular”, aseguró el gobernante, que tiene una popularidad del 65%, según una reciente encuesta.

La oposición de derecha acusa a Correa de pretender concentrar más poder mediante el control de la justicia y los medios de comunicación, para los cuales propone una ley que crearía un consejo que regularía contenidos y fijaría criterios de responsabilidad ulterior.

En otra declaración durante el acto de apertura de las votaciones, el presidente defendió las enmiendas que propone a la Constitución promulgada en 2008 por iniciativa de su gobierno, iniciado en 2007, y criticó a quienes “conspiran en las sombras”.

“No se trata de poner un pueblo al servicio de la Constitución, sino de tener una que le sirva a la sociedad para avanzar, progresar, para construir juntos un nuevo proyecto de vida”, afirmó Correa.

“Nada ni nadie va a detener este huracán de soberanía y dignidad, y que lo sepan quienes conspiran en las sombras: el pueblo estará en las calles como lo está hoy para defender el proceso más democrático que vive el país”, agregó.

Correa asegura que una rebelión policial por reclamos salariales, el pasado 30 de septiembre, fue instigada por opositores para derrocarlo. La sublevación dejó 10 muertos y, según analistas, motivó al mandatario a buscar relegitimarse en el referendo de este sábado.